Home / Las Crónicas de Raúl / Cuba: Regreso con café y puro

Cuba: Regreso con café y puro

Lo poco que ha quedado de la riqueza de la isla de Cuba después de 52 años de fracasos, y lo que se le pueda arañar ahora a esas ruinas mediante la aplicación de unos remedios de curanderos -hojas de salvia, sangre de jutía conga y cascarilla de huevos- lo administrarán hasta el primer minuto de libertad los compadres de la Sierra Maestra.

Quedó claro en cuanto los delegados al VI Congreso del Partido Comunista de Cuba comenzaron a regresar a sus destinos y se dieron los abrazos finales, satisfechos por el almuerzo reforzado, con café y puro, bajo el aroma gratuito y autorizado de los armoniosos puros de Vuelta Abajo.

Se sabía que debajo de los ciclones de cifras y por cientos, entre la enrevesada y papelería del proceso preparatorio y las esperanzas de cambios echadas a rodar como aspirinas, estaba el propósito de que prevaleciera aquella expresión coloquial que los cubanos le han robado al béisbol: todo el mundo quieto en base.

Sí, que el núcleo duro, sus asistentes, sus gente de confianza y sus familiares no se movieran, pero que actuaran como si se fueran a mover para congelar cualquier deseo, necesidad o embullo de movimientos en los puntos más vulnerables, pobres, desamparados o rebeldes de la sociedad.
Se hablaba de relevos y de gente joven, como si las transformaciones que se necesitan en la nación dependieran de la edad de sus protagonistas. El cepo radica en las leyes, en la constitución, en los mecanismos represivos, en la vocación de un grupo para agonizar en el poder. Las figuras de la segunda fila traen malos recuerdos del campo socialista.

No hay que darle un alto cargo a un estudiante de bachillerato. Se necesita la disposición de desmantelar el aparato torpe y deteriorado que anuncia como una conquista fenomenal -en pleno siglo XXI- la autorización a vender y comprar casas y autos. Y, al mismo tiempo, ratifica la prohibición de los partidos políticos, la libertad de prensa y el libre flujo migratorio.

No creo en los resultados, hablo de los gestos iniciales, pero Mijail Gorbachov no era un insolente konsomol moscovita cuando comenzó el despiece de aquel espantapájaros de hierro corroído. Ni eran unos jóvenes intelectuales inquietos y cultos los dirigentes chinos que trabajaron para llevar a su país la esencia del imperialismo en su versión deslumbrante de tigre de papel moneda.

Los viejos comunistas cubanos (y los dos o tres jóvenes amaestrados) lo único que tratan de desmontar es el porvenir.

Raúl Rivero, El Mundo

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

x

Check Also

El nombre de un opositor cubano

El nombre de un opositor cubano

Las personas que ocupan los sitios trascendentes en las filas de la oposición pacífica en Cuba no son, de ninguna manera, como aquellos figurones oficiales que el gobierno promueve descaradamente con grandes campañas publicitarias.