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Las claves del éxito de una MIPYME en Cuba
Una MIPYME en La Habana. Tomada de Cubacute.

Las claves del éxito de una MIPYME en Cuba

En algún momento del verano de 2021, pocos días después de las masivas protestas del 11J en la Isla, llamémosle Erick, un empresario de origen cubano residente hace 25 años en Europa, bebía unas copas con dos amigos en el elegante bar privado Shangrilá, al oeste de La Habana, cuando le presentaron al pariente de un alto dirigente del gobierno cubano.

Tres horas después viajaban en un Audi rentado rumbo a uno de los hoteles administrados por la cadena española Meliá en Varadero, 140 kilómetros al este de la capital. Alquilaron durante cinco noches dos habitaciones acompañados por un puñado de jóvenes jineteras.

Una tarde, mientras bebían cerveza Corona y ‘picaban’ canapés con dados de queso y jamón, Erick decidió contratar al familiar del peso pesado de la nomenclatura castrista para que trabajara con él en su nueva aventura empresarial.

“Me dijo que era sobrino del número dos en jerarquía del gobierno. Me mostró varias fotos con altos dirigentes y sus hijos en diversas fiestas y viajes al exterior. Me reveló, antes de que saliera publicada la noticia, la intención de las autoridades de implementar MIPYMES en Cuba. Al final me convenció y abrí un negocio acá a pesar de mi desconfianza”, confiesa Erick.

Y cuenta que después de aprobado el negocio, «la regla número uno era conectarse con funcionarios del ministerio de economía y finanzas e intendentes y gobernadores municipales donde estaría enclavado la MIPYME. Para destrabar la burocracia y agilizar los trámites, gasté 15 mil dólares, y tuve suerte, pues ahora si quieres un contrato exclusivo o acceso a determinados canales comerciales tienes que pagar no menos de 40 mil dólares. Por el pariente del mayimbe, entre pagos por favores, fiestas y regalos, se me fueron casi 10 mil dólares, sin contar los ‘picotazos’ de 200 y 300 dólares en drogas o pagar una factura que el tipo debía en un bar o una paladar.

«Los entresijos de los negocios privados en Cuba son caminos torcidos, rodeados de pícaros y estafadores. Siempre acosado, a veces de forma sutil, a veces descaradamente, por autoridades del municipio y la provincia pidiendo cosas. El engranaje funciona como un primitivo cartel mafioso italiano, que pedían dinero o pagos en especie por tener el negocio en su territorio asegurando que era para protegerte.

“Mediante un pago, pude gestionar importar directamente y no verme obligado a contratar a las importadoras del ministerio de comercio exterior que entre aranceles y mordidas, cobran un 20 o 25 por ciento. Pero cuando el negocio empieza a prosperar, aterrizan un montón de satélites. Funcionarios del gobierno que necesitan cinco cajas de cerveza, un poco de jamón y queso gouda para un ‘actividad’ y que luego te piden de favor pintar una escuela, asfaltar una calle o encadenarse (el nuevo neo lenguaje del régimen) productivamente con las arruinadas empresas estatales.

“Te lo dicen amablemente. Pero no tienes opción si no quieres tener consecuencias. Como el negocio marchaba bastante bien, compraba un contenedor de harina destinado a producir pan en conjunto con una panadería estatal, un negocio que daba pérdidas. Si es un agujero negro para el Estado, imagínate para un empresario que tiene un capital modesto de 100 mil o 200 mil dólares, que los tiburones del partido comunista en Cuba siempre intentan esquilmártelo”, señala el emprendedor.

Dos años después de fundar su MIPYME, abrumado por la caterva de pedigüeños, la bancarización forzosa, exorbitante cuchilla arancelaria del régimen y no poder acceder a un mercado de divisas legal, Erick decidió cerrar su negocio en la Isla.

“Es imposible prosperar sin estar conectado a los más altos niveles. Si eres un don nadie, entre sablazos y regalos, te van desangrando económicamente. Los funcionarios son unos mediocres, pero tienen un olfato especial para el dinero. Cuando ven que el negocio progresa, las sanguijuelas te caen en pandilla. Empresarios con cientos de millones de dólares han tenido que salir huyendo de Cuba, porque los arruinan o los meten preso, como el caso Tokmakjian”, recuerda Erick.

Una ex empleada de una MIPYME llamada Clamanta Gustó, que elabora productos lácteos, revela a DLA, que “los dueños de negocios más grandes y exitosos son familiares de altos funcionarios o militares del gobierno. A veces tienen testaferros y nunca dan la cara. En Clamanta, el dueño, en apariencia, es Martin Nizarane Araluce. Su nombre aparece en el registro empresarial de Navarra. Pero detrás del negocio se rumora está Delia Soto del Valle, la viuda de Fidel Castro y sus hijos. La MIPYME está enclavada en Punta Brava, relativamente cerca de Punto Cero, el conjunto residencial donde vivía Fidel con su familia que tenía cine, campos donde se cosechaban frijoles y hasta una fábrica de helados y quesos”.

Según la ex empleada, todas las MIPYMES no son iguales. «A las protegidas por el régimen, como Clamanta o El Roble, se les otorgaron un contrato exclusivo que les autoriza a vender en tiendas MLC. A precios carísimo: una tina de helado de cinco litros cuesta 16.80 dólares. El yogurt probiótico también es costoso. Tienen neveras con publicidad propias en el mercado de 3ra. y 70 y La Puntilla, en Miramar, y en la tienda Harry Brother, en la Habana Vieja.

«El pasado mes de enero, en un gesto publicitario, Nizarane Araluce, tal vez orientado por los capos, donó 140 csacos de leche en polvo al hogar de niños sin amparo filial y a la escuela primaria Ramón López Peña en San Agustín, municipio habanero de La Lisa. Al Hogar Materno Luz de Lancara, en La Lisa, adenas de cientos de litros de helado y yogurt, donó 200 libras de pollo, 200 paquetes de 500 gramos de espaguetis y 30 litros de aceite (Lancara se llama la aldea gallega donde nació el padre de los Castro Ruz). A un hogar de ancianos entregó 25 sacos de leche en polvo. Toda esa operación propagandística fue reseñada por Cubadebate y el NTV. Un lavado de cara en un intento por frenar la impopularidad de las MIPYMES.

“Muchas MIPYMES pertenecen a funcionarios y militares que no tenían acceso a los negocios de GAESA y ahora pueden tener sus propias empresas y ganar muchísimo dinero sin licitaciones públicas y sin competencia. Mientras el emprendedor que no está conectado con ningún ministro tiene que comprar el contenedor de pollo o la leche polvo en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, para que los dólares no salgan del país, los negocios con luz verde del gobierno, como Katapulk de Hugo Cancio, importan todo tipo de vehículos y alimentos directamente desde las ‘extrañas del monstruo’ con licencia del Departamento de Tesoro de Estados Unidos”, explica la antigua trabajadora de Clamanta.

Tras la destitución y proceso penal al ex ministro de economía Alejandro Gil, medios de prensa independientes han informado sobre la detención de Fernando Javier Albán, propietario de Agroindustrial Media Luna que produce jugos de frutas y otros productos. Fuentes no oficiales han confirmado que las autoridades cubanas están investigando si Gil se benefició personalmente de su relación con Albán. El emprendedor fue denunciado por el periodista cubano residente en México José Raúl Gallego, quien en un hilo de X (antes Twitter) compiló información de su trayectoria política en la Universidad de Camagüey entre 1999-2004.

Albán estudió licenciatura en economía y era el presidente de la FEU cuando en 2002 “fueron expulsados por apoyar el Proyecto Varela los estudiantes Joan Columbié y Harold Cepero, este último asesinado junto a Oswaldo Payá”, develó Gallego. Por su parte la periodista independiente Claudia Padrón publicó un artículo en Cubanet donde expuso que Alfonso Larrea, un hombre corpulento y canoso, que estuvo al frente de unos 70 representantes de MIPYMES que el 26 de septiembre de 2023 aterrizaron en Miami para reunirse con empresarios cubanoamericanos y funcionarios estadounidenses, fue el agente David de la Seguridad del Estado que en el proceso penal delató al disidente Francisco Chaviano.

Erick y otros emprendedores consultados coinciden que las MIPYMES tuteladas por el régimen disponen de privilegios “como vender en el circuito de tiendas dolarizadas y pasarelas de pago exclusivas creadas para los emigrados cubanos. En Katapulk y Supermarket no se puede pagar con la tarjeta MLC, solo con tarjetas de créditos internacionales. Los empresarios elegidos por el gobierno pueden hacer negocios con inversionistas extranjeros, vender directamente a hoteles y tienen acceso a un esquema de divisas en el cual las autoridades les vende cierta cantidad de dólares a 126 pesos. Los que no están enchufados los tienen que comprar en la calle a 340 pesos y subiendo”.

Muchos emprendedores cubanos concuerdan que las reglas de juego no son parejas. La cancha está inclinada hacia los que demuestren, o simulen, lealtad al régimen.

Iván García

Foto: Una MIPYME en La Habana. Tomada de Cubacute.

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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