La familia de Reinaldo había terminado de cenar cuando de pasada -no fue noticia de portada en el telediario nocturno- el histriónico presentador, Rafael Serrano, leyó una nota oficial emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, dando a conocer el punto de vista del régimen acerca del carguero Chong Chon Gang, de Corea del Norte, interceptado en el puerto de Colón, Panamá, con armamento convencional y sistemas coheteriles antiaéreos de las fuerzas armadas cubanas.
“La información no está clara. Supuestamente el ejército enviaba ese lote de armas ya caducas para ser modernizadas en Pyongyang. Parece que el nieto de Kim Il Sung, actual gobernante en la aislada nación, tiene fábricas para modificar y renovar armamentos rusos. No sé qué hay detrás. O Cuba le está vendiendo armas viejas a Corea del Norte para reforzarlos militarmente, o el Estado cubano se halla en plena modernización de su añejo armamento y de ser así, me pregunto cuál es el objetivo”, especula Reinaldo.
La versión del régimen dice que el lote de armas obsoletas fabricadas en el siglo pasado viajaba a Corea del Norte para ser renovadas. Como argumento, se invoca la soberanía y la seguridad nacional. Un ex militar consultado explica que siempre que una nación es pillada en una acción de ese tipo, se justifica con amenazas externas.
“En cualquier gobierno, sea democrático o autocrático, hay grupos autorizados que dentro de las alcantarillas del poder realizan el trabajo sucio. Un ejemplo es el caso del ex analista de la CIA Edward Snowden. El joven ha puesto sobre el tapete el amplio espionaje electrónico de Estados Unidos a las comunicaciones mundiales. Barack Obama ha quedado en evidencia. Y está el caso en España de Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, quien con sus explosivas declaraciones puede hacer estallar al ejecutivo de Mariano Rajoy. Pero en los dos países existe libertad de expresión, los periodistas investigan los asuntos y los publican. En Cuba, gracias al poder omnímodo ejercido por el gobierno sobre los medios, es más fácil manipular a los ciudadanos”, argumenta el ex militar.
Según el militar retirado, es cierto que el armamento de Cuba es defensivo y está desfasado. “La tecnología más moderna que poseen las fuerzas armadas, como los MIG-29, tanques T-62 o sistemas coheteriles antiaéreos, son antiguallas. El tema a debatir es por qué ahora Cuba se decide a modernizar su armamento. No es por una amenaza de Estados Unidos: frente a su poderío y avanzada tecnología, poco o nada significaría renovar antiguos arsenales. Creo que es una cuestión de negocios y esas armas se le estaban vendiendo por debajo de la mesa a Corea del Norte”.
En el tranquilo Reparto Sevillano, al sur de La Habana, la gente no le prestó demasiada atención al barco norcoreano detenido en Panamá. Los más jóvenes, de vacaciones, jugaban fútbol de a tres utilizando dos piedras en lugar de porterías.
Por las calles, los vendedores voceaban cebollas a buen precio. Un señor alto y canoso se dedicaba a comprar prendas de oro. Y dos hombres fornidos reparaban colchones en el antiguo garaje de una vivienda.
Lo del barco norcoreano también pilló por sorpresa a los cubanos de a pie. Y si algo llamó la atención fue el hecho de haber escondido viejas armas bajo 10 mil toneladas de azúcar, producto deficitario en una isla que una vez fue la ‘azucarera del mundo’.
Iván García
Foto e infografía tomadas de La Prensa de Honduras.
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