Cuba Press, la más profesional de las agencias de prensa independiente en la Cuba castrista, fue fundada por el poeta y periodista Raúl Rivero (1945-2021), el 23 de septiembre de 1995 en su apartamento de Centro Habana. Ese día, que cayó domingo, coincidió con el cumpleaños de Blanca Reyes, hoy su viuda, y una de las primeras Damas de Blanco.
Cuatro de los fundadores de Cuba Press procedíamos de medios oficiales: Raúl Rivero, Ana Luisa López Baeza, Iria González Rodiles y yo. De los cuatro solo quedo yo, próxima a cumplir 81 años. En «Las primeras personas», publicado el 1 de junio de 2008 en El Nuevo Herald, Raúl Rivero se refería así al periodismo independiente:
«Creo en el poder del periodismo alternativo cubano porque está comprometido con la verdad. Porque lo escriben hombres y mujeres que aspiran a que esa verdad trascienda y les dé un fogonazo de luz a las libertades que la gente necesita. Y, creo en ese grupo de profesionales porque tiene guardadas sus ambiciones personales y aplazadas las controversias necesarias.
«El periodismo independiente no ha sido nunca un invento de especuladores o una olla para cocinar vanidades. Es una necesidad de la sociedad criolla, sometida por medio siglo a un guateque vacío y palabrero que ya no soportan ni los directores de orquesta ni los bongoseros.
«Lo escriben en La Habana, Santiago de Cuba, Villa Clara, Morón, Isla de Pinos y Pinar del Río personas sensibles y llanas, agobiadas por la severidad natural de un sistema fracasado y por la soberbia y el odio inducidos de la represión. No conozco a ninguno que se las dé de héroe o de salvador de la patria. Sé nada más de personas convencidas de que hacen un trabajo necesario y lo hacen con humildad y con el beneficio de la vocación.
«No se trata de un colectivo unánime a la espera de que se le bajen las orientaciones y les lleguen de arriba las líneas informativas de la semana y los planes quinquenales. Es un elemento vivo que se mueve como se mueve la vida, bajo el temblor de los acontecimientos, a pesar de las persecuciones policiales y las zonas vedadas por quienes debían facilitarle su tarea.
«Son individualidades, seres que piensan y tienen que buscarse, en medio de la hostilidad y otras catástrofes, las vías para llegar a las informaciones, a los episodios de interés noticioso y a los escenarios que puedan merecer una crónica o un comentario.
«Sí, solitarios sin infraestructuras para acceder a archivos o moverse de un sitio a otro, negados por la propaganda oficial y víctimas también del miedo ajeno. Profesionales insultados y descalificados por quienes, en algún momento, tendrán que reconocer la huella pedagógica de los que ahora son perseguidos y encarcelados.
«Nadie puede encontrar allá dentro a gente que sigue a pastores ni serventías trazadas de antemano. Desde los días iniciales surgieron grupos de trabajo diferentes, con diversos puntos de vista, con criterios personales a la búsqueda de conducir el periodismo nacional a mayores coincidencias con lo mejor de la prensa de la república.
«Cada uno a su manera. Cada grupo tratando de hallar puntos coincidentes, pero sin imposiciones. Con defectos, fragilidades y dudas ante una parroquia inexplorada, a lo mejor con arrastres de ineficacia y malformaciones, pero con el interés de contarlo todo y contarlo bien. Llenos de toda la objetividad y la honestidad posible».
Tania Quintero
Foto: Blanca Reyes, Iván García y Raúl Rivero en una cafetería de Miami en septiembre de 2016.