Al régimen neocastrista, actualmente presidido por Miguel Díaz-Canel, además de reclamarle democracia, libertad de prensa y asociación y respeto a los derechos civiles y políticos, hay que reclamarle también:
– Que le acaben de quitar al dólar el «impuesto revolucionario» que en una de sus rabietas antiyanquis, Fidel Castro le impuso en 2005. Al principio, el descuento era de un 20%, después lo rebajaron a un 10%. Por 100 dólares, en las CADECAS (casas oficiales de cambio), te dan entre 86 y 88 pesos cubanos convertibles (cuc).
– Que la Aduana General de la República derogue las tarifas abusivas hacia los cubanos residentes en el exterior, quienes en su inmensa mayoría son trabajadores o jubilados y se ven limitados de mandarles paquetes por vía postal a sus familias en la Isla, porque para éstos poder recibirlos, en las oficinas de correos tienen que pagar una suma excesiva en cuc si pesa más de un kilogramo y medio. Siempre en Cuba las personas han tenido que pagar por recibir un paquete del extranjero, pero lo pagaban en pesos y en cantidades módicas. Actualmente, solo permiten pagar en pesos si se trata de medicamentos o si el paquete no pesa más de un kilogramo y medio.
– Que por la actual escasez de alimentos y artículos de aseo o cuando ocurran catástrofes naturales, la Aduana General de la República, permita enviar hasta 10 kilogramos de peso por vía postal, sin que sus familiares tengan que pagar en cuc para poder recogerlos en las oficinas de correos.
– Que se autorice a los dueños de negocios particulares a recibir alimentos y productos de primera necesidad desde el exterior. En situaciones críticas como las actuales, el gobierno debiera ver en los emprendedores privados un sector que puede aliviar las condiciones de vida de la gente y no a personas que desean enriquecerse.
– Que rebajen los precios de alimentos y productos de primera necesidad en todas las tiendas por divisas.
– Que de nuevo se legalicen las tiendas particulares de ropa y calzado así como los cines 3D privados, los cuales a pesar de la prohibición, siguen vendiendo o haciendo funciones clandestinas en casi todos los barrios.
– Que la ciudadanía pueda tener conexiones legales a internet desde sus hogares, a precios razonables.
Finalmente, que el régimen no se escude más en el «bloqueo» ni en la ley Helms-Burton y reconozca su incapacidad para gobernar. Y que además de educación y salud gratuitas, a sus ciudadanos también les garantice, como mínimo, una alimentación variada y sana, viviendas dignas y duraderas y un transporte público eficiente y barato.
A inicios de la década de 1970 comenzó la dependencia de Cuba a la Unión Soviética, después a la Venezuela de Hugo Chávez primero y ahora de Nicolás Maduro. Es tiempo ya de que los cubanos todos, los de adentro y los de afuera, reconstruyamos Cuba y la convirtamos en una república democrática, moderna y desarrollada.
Tania Quintero
Foto: Envíos postales en Cuba. Tomada de la Agencia Cubana de Noticias.