Desde La Habana

Zamora, no merecías morir así

Por El Mundo/América supe que en Río de Janeiro habían asesinado a Rafael Zamora Díaz, de 51 años. Quienes trabajamos con él en los servicios informativos de la televisión cubana, en el ICRT, le llamábamos Zamora a secas.

Muchas veces, Zamora formó parte de los equipos técnicos que a los reporteros nos asignaban, bien para cubrir una información para el noticiero o, en mi caso, realizar un programa Puntos de Vista.

Por la misma época en que mi hijo fue detenido por la Seguridad del Estado y permaneció 13 días en una celda tapiada de Villa Marista, el 8 de marzo de 1991, Zamora se preparaba para marchar a Brasil.

Un tiempo después, mientras esperaba la ruta 4 en Prado y Cárcel, Habana Vieja, por un excolega que estaba en la misma cola, supe que Zamora se había quedado en Brasil y que le iba muy bien.

Entonces, debo confesar, fue cuando me enteré que Zamora era seguidor de la religión yorubá y se había consagrado como babalao en Cuba. En los años en que le conocí (1982-1991), siempre fue muy discreto y nunca hablaba de sus creencias afrocubanas.

No debe olvidarse que fue después de que el dominico brasileño Frei Betto entrevistara a Fidel Castro y publicara el libro Fidel y la religión, y tras la celebración del IV Congreso del Partido Comunista,  en octubre de 1991, cuando el tema dejó de ser tabú y permitieron que personas religiosas pudieran ser militantes del partido.

Zamora, negro alto y bien parecido, alegre y jodedor, vivía con su familia en un modesto apartamento situado en San Rafael esquina Infanta, donde en ocasiones lo recogíamos o dejábamos.

Por los motivos que hayan sido, mi excolega en el periodismo televisivo no merecía morir así. Una evidencia de la violencia en Río de Janeiro, una ciudad que será sede del próximo Mundial de Fútbol, en 2014 y de los Juegos Olímpicos de 2016.

Desde Lucerna, uno de los cantones más tranquilos de Suiza, quiero hacer llegar a su familia y allegados mis más sinceras condolencias.

A modo de homenaje póstumo, un video que él realizó y fue subido a You Tube en agosto de 2008.
En dos momentos se le puede ver, con una hermosa indumentaria azul. No sé si a Zamora lo entierren en Río de Janeiro o en La Habana, pero en cualquiera de las dos ciudades, que su cuerpo descanse en paz y su alma sea protegida por su orisha.

Tania Quintero

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