Desde La Habana

Un SOS por Juan González Febles

Un SOS por Juan González Febles

Quien no haya conocido a Juan González Febles y se lo encuentre hoy y converse con él, difícilmente podrá asociar a ese anciano sin memoria, mal vestido, delirante y refugiado en un mundo paralelo con el hombre inteligente, culto y presumido que hasta hace unos años dirigía el semanario Primavera Digital y era uno de los más destacados e incisivos periodistas independientes cubanos.

González Febles, que cumplió 71 años en mayo, padece de una demencia senil que avanza por día. En los últimos meses se ha ido de la casa en dos ocasiones y ha vagado por las calles durante días, sin que luego logre recordar qué hizo ni dónde estuvo.

Esta demencia se la puede haber originado la anestesia general que utilizaron, hace unos años, cuando tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por una hernia estrangulada y que pudo haberle afectado la mente. Pero me inclino a pensar que es consecuencia de los tantos años de mal alimentarse y de privaciones materiales de todo tipo; de sentirse vigilado y hostigado por la Policía política, de ser difamado y traicionado por algunos colegas que consideraba sus amigos, y de tener que ver cómo por falta de financiamiento, naufragaba, a pesar de todos sus esfuerzos, Primavera Digital, el proyecto en el que durante más de una década invirtió todas sus energías, como si en ello le fuera la vida.

Conozco bien esta historia. Soy amigo de González Febles ―el Johnny, como lo llaman sus allegados― desde hace más de 30 años. Lo conocí en 1991, cuando era bibliotecario de la Casa de la Cultura del municipio Diez de Octubre y ambos reventábamos de ganas de expresar nuestra oposición al régimen. Luego, en 1998, los dos nos iniciamos como periodistas independientes, junto a Adela Soto y Omar Rodríguez Saludes, en la agencia Nueva Prensa que dirigía Mercedes Moreno.

En 2007, González Febles, su esposa la fotógrafa Ana Torricela y yo creamos el semanario Primavera Digital con el apoyo del Centro Demócrata-Cristiano de Suecia. En Primavera Digital y el periódico impreso bimensual Primavera de Cuba colaboraron Tania Díaz Castro, José Antonio Fornaris, Jorge Olivera, Rogelio Fabio Hurtado, Laritza Diversent, Víctor Manuel Domínguez, Leonardo Calvo, Julio Aleaga, Lucas Garve, Jorge Luis González, Rogelio Travieso, Ainí Martín, Adolfo Borrazá y decenas de otros periodistas.

Febles se propuso que Primavera Digital fuese un espacio sin censura para todos absolutamente, y en eso se nos fue la mano, a él y a mí que fui el editor del semanario durante casi 10 años. El hecho de que cualquiera, fuese periodista o activista, publicase lo que se le antojara basado en su derecho a la libertad de expresión pero a veces de modo irresponsable ―como tengo que admitir que hizo Johnny en varias ocasiones, movido por aprensiones más o menos justificadas―, creó choques, desavenencias e incomprensiones que a la larga provocaron, sin que hubiese una ruptura traumática, que yo renunciara a seguir como subdirector y editor de Primavera Digital.

Para entonces (desde mediados de 2014), el Centro Demócrata-Cristiano había dejado de financiar a Primavera Digital, lo que supuso un durísimo golpe para el proyecto. Aun así, durante más de siete años, Johnny, Ana Torricela y un puñado de colaboradores siguieron adelante con su trabajo y no hubo una semana en que no saliera Primavera Digital. Solo la enfermedad logró detener a Johnny.

Hay muchos que criticaron a Johnny por su carácter, acusándolo de arrogante, autoritario, testarudo, paranoico. Lo que jamás podrán es acusarlo de haber sido deshonesto con el manejo de los fondos del periódico. Muchas veces tuvo que tomar de su dinero para pagar la colaboración de algún colega. Y tampoco habrá alguien que pueda negar su capacidad de trabajo y su valentía, como quedó probado en el año 2003, cuando luego de la ola represiva conocida como la Primavera Negra lsiguió escribiendo cual si nada pasara.

No puedo eludir tratar el caso de González Febles. Conozco bien esta historia y no quiero que su penosa situación se repita con otros colegas de la prensa independiente que hoy se adentran en la tercera edad con la salud deteriorada y sin garantías para su futuro. Estoy pensando en Tania Díaz Castro, Víctor Manuel Domínguez, Reinaldo Cosano y Jorge Luis González Suárez, entre otros.

Hasta ahora, pese a las discrepancias del pasado, solo la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) y un grupo de colegas con sus colectas han ayudado económicamente a González Febles. Urge que organizaciones del exilio hagan todo lo que esté a su alcance por ayudarlo.

Texto y foto: Luis Cino

CubaNet, 9 de diciembre de 2022.

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