Desde La Habana

TV digital en Cuba: negocio con China

 Bienvenidos al siglo 21. En junio, el gobierno de Raúl Castro comenzará una zona de demostración del servicio de Televisión Digital Terrestre (TDT) en cinco barrios de La Habana.

A pesar del conteo regresivo y de que la prensa oficial anuncia un ‘apagón analógico’ para 2021, la noticia despertó un moderado entusiasmo entre los habaneros.

“Ya he leído que mejorará la calidad de la señal televisiva en un 50%. ¿Pero, y la cartelera? ¿Con la televisión digital se comercializarían canales extranjeros por cable?”, se preguntaba Josuán, estudiante de preuniversitario.

A otros, como Gerónimo, jubilado, la apertura de la TDT les tiene sin cuidado. “La televisión cubana es muy aburrida. Salvando las novelas, eventos deportivos y algunas películas de fin de semana, no creo que mejorando solo la calidad técnica la gente se entusiasme”, dice.

José, ingeniero electrónico, considera que es un notable paso de avance “además de la calidad visual y otros servicios que puede prestar la TV digital, podrán emitirse varios canales por un mismo trasmisor,  con el consiguiente ahorro de combustible”, comenta.

Según una fuente consultada del Ministerio de Comunicaciones y la Informática (OJO: verificar el nombre), el gobierno apostó por la norma china de Transmisión Terrestre Digital Multimedia -o DTMB por sus siglas en inglés-, por razones de viabilidad tecnológica y de seguridad nacional. “Se debe tener en cuenta que por el embargo económico, Cuba no puede acceder a tecnologías que tengan un 10% de componentes de Estados Unidos”, indicó.

Aunque para Lester, ingeniero en telecomunicaciones, la opción de utilizar una norma china en un contexto geográfico donde la mayoría de naciones del continente utilizan la norma estadounidense o brasileña, aislaría el futuro de la televisión digital.

“Esta norma solo se utiliza en China, Laos, Hong Kong y algún que otro país asiático. Sus parámetros técnicos son buenos. Pero según yo lo veo, es un asunto de negocio. El gobierno chino ofreció gratis todo el equipamiento y los equipos decodificadores de la señal analógica. Detrás hay un marcado interés comercial, por las futuras ventas de televisores digitales o híbridos fabricados en China que se venderán en Cuba. Cuando la televisión nacional esté 100% digitalizada, habrá que usar decodificadores y aparatos chinos. Y éstos no serán regalados, tendrán que comprarse en moneda dura”, expresa el ingeniero.

El ministerio del ramo aún no ha especificado los barrios o sectores de La Habana donde se experimentará con la televisión digital. Los vecinos de esas zonas podrían adquirir un decodificador de señal chino por 7.35 pesos cubanos, poco menos de 0.35 centavos de dólar.

En un plazo de 8 años, de manera gradual, la señal digital se extenderá a lo largo de toda la isla. Una fuente en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) considera que la introducción de la señal digital es un primer paso. “Dentro de 5 años, quizás antes, se prevé comercializar varios canales por cable, de música, deportes, novelas, documentales y ocio. Por supuesto, en el paquete se incluirían canales por cable chino”.

Al preguntarle sobre si canales de noticias como CNN, BBC o los del sur de la Florida podrían comercializarse en Cuba, respondió: “No se contempla nada político. El único canal noticioso que se difundirá es Telesur” -multinacional conjunta de Ecuador, Cuba y Venezuela creada con fondos proporcionados por Hugo Chávez.

La fórmula en estrategias televisivas al parecer será mucha música, deportes y distracción. Cero contenidos políticos. Y menos si son de televisiones capitalistas. El flujo de información continuará siendo un monopolio exclusivo del régimen. Hasta nuevo aviso.

Iván García

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