En la noche del jueves 4 de agosto de 1994, el calor era insoportable. Resido muy cerca de la llamada ‘Plaza Roja’ de la Víbora, y justo a las 8 había comenzado un apagón de 12 horas. Eran los años duros del ‘período especial’. Una guerra sin el rugir de cazabombarderos sobrevolando por la ciudad. Vivíamos en estado de sitio. De manera racionada, por decreto estatal, en cada barrio teníamos doce o más horas sin electricidad. La jerga oficial los llamaba «apagones programados». El semanario Tribuna de La Habana, en la primera página interior, anunciaba el calendario de apagones. La ...
Leer más »