Celia recién cumplió los 20 años, y desde los 15, mantiene una unión matrimonial no formalizada. Es educadora de círculos infantiles. Dos años de estudios bastaron para que obtuviera el título. Cuando la Revolución hizo el llamado, ella estaba en noveno grado y dio el paso al frente. Hacían falta educadores. Los consiguieron a cambio de poco tiempo de estudio y estipendio mensual de 110 pesos moneda nacional. Sin embargo, los de la tentadora oferta, no previeron que ella no tenía vocación ni paciencia para tolerar “las malcriadeces de aquellos chiquillos insoportables”. Pasados los primeros ocho meses, desistió del empleo. “Mucho ...
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