La pista de atletismo y el campo beisbolero de El Pontón, antigua instalación deportiva en el superpoblado municipio Centro Habana, hoy es un extenso terreno yermo. El lugar recuerda un filme del viejo oeste. Cada cual, como puede, delimita su demarcación. La anarquía es total. Excepto un puñado de instructores deportivos mal pagados, que cuentan con permiso para impartir clases, el resto utiliza el campo baldío como si fuese de su propiedad. Pegado a un frontón de tenis, un entrenador de béisbol realiza ejercicios con una veintena de niños de entre 11 y 12 años. Se llama Nicolás Reyes y ...
Leer más »