Las fotos, hechas en la Ciudad de La Habana, hablan por sí solas. Por sus edades, pueden ser nuestros padres o abuelos. Un tiempo atrás, ellos trabajaron y aportaron a la sociedad. Ahora son jubilados. Una categoría de hombres y mujeres que al final de su existencia, al no poder vivir con la escasa pensión que el Estado les da, salen a la calle en busca de unos centavos o unos pesos. O a caminar sin rumbo, ante la indiferencia de quienes por su lado pasan. La realidad de un país que algunos periodistas tratan de obviar. Prefieren fotografiar o describir escenas más agradables.
Texto y fotos: Laritza Diversent
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