Desde La Habana

Sin novedad en la Isla

No ha sido una noticia esperada por la gente de a pie, agobiada por llevar dos platos calientes a la mesa cada día. Tampoco por la oposición, que aguarda la excarcelación de los 13 presos políticos
renuentes a irse de Cuba y cuyo plazo de liberación venció el 8 de noviembre.

Donde sí ha sido bien recibida la noticia de la celebración del sexto congreso del Partido Comunista de Cuba, en abril de 2011, es entre sus militantes. A pesar de que el carnet rojo ya no tiene el mismo encanto de décadas atrás, la membresía del único partido político permitido en la isla sigue siendo alta: casi un millón de afiliados.

Fundado en 1965, el PCC organizó su primer congreso en 1975. Entonces, Fidel Castro fue elegido su primer secretario y Raúl, el segundo al mando. “En 2006, cuando Fidel estuvo a punto de morir, su hermano asumió con carácter provisional las funciones de primer secretario”, aclara Félix, 73 años, militante jubilado.

Humberto, 36 años, camionero, piensa que “en la práctica, Fidel sigue siendo el que manda en el partido”. Humberto no entiende por qué “si en las últimas semanas estuvo haciendo apariciones públicas, no lo anunció el comandante”.

A otras personas en la calle también les ha llamado la
atención que Castro I hubiera dejado pasar la oportunidad, de aparecer junto a su hermano y Hugo Chávez, y haber convocado a un evento que se supone importante y desde 1997 no se efectúa.

“Puede que en estos días, con los cambios de tiempo, no se sienta bien, es un hombre de 84 años”, recuerda Rosalía, 48, ama de casa. Según Mario, su esposo, que lo haya anunciado Raúl “es una muestra de que entre los Castro no hay desacuerdos”.

La interrogante es si dentro de seis meses, la militancia decida mantener a Fidel Castro como primer secretario o crear un cargo vitalicio para su ‘máximo líder’. “Confío que en ese evento no sólo se discuta de economía y se defina nuestro rumbo socialista, si no que sea una oportunidad para una renovación del partido”, expresa convencido el viejo Félix.

Al igual que ocurrió en 1991, cuando el cuarto congreso aprobó que los religiosos pudieran ser militantes del partido, se espera que el sexto permita el ingreso de gays y lesbianas. “Eso sería lo máximo”, dice Ricardo, 42 años, homosexual.

Deseos y pronósticos aparte, lo cierto es que la organización del sexto congreso del Partido Comunista, por muy trascendente que pueda ser para los destinos del país, no es tema que interese a la población. Sobre todo en esta época del año.

Con el mes de diciembre a la vuelta de la esquina, los cubanos ya piensan cómo resolver la cena de Nochebuena y festejar con familiares y amigos la llegada de 2011. Y si el bolsillo lo permite, comprar un turrón español y un par de juguetes para los hijos.

Iván García

Foto: Robin Thom, Flickr

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