Vestido con una camisa de cuadros y encima una chaqueta deportiva azul, el ex presidente Fidel Castro asistió el martes 20 a la clausura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el Palacio de Convenciones de La Habana, después de haber confirmado públicamente, el día antes, su renuncia a seguir siendo el máximo líder partidista.
Castro, de 84 años, entró lentamente en la sala plenaria del Palacio de Convenciones, apoyándose en uno de sus escoltas. Ocupó una silla al lado de su hermano, mientras los delegados de pie, aplaudían y daban vivas, pero no le dirigió la palabra a los presentes.
Era una jugada cantada. El puesto de primer secretario del gobernante Partido Comunista, el único permitido, fue para el general y presidente de Cuba, Raúl Castro. Concentra ahora todos los cargos de poder en la isla. Desde la fundación del PCC, en octubre de 1965, Fidel siempre fue el primer secretario. José Ramón Machado Ventura fue nombrado segundo secretario, puesto históricamente ocupado por Raúl.
El Buró Político quedó reducido a 15 integrantes. «El anterior tenía 24 miembros, eran demasiados», señaló Castro. En esos 15 aparecen tres rostros nuevos, uno solo femenino. Del total de integrantes, siete son generales o comandantes en activo, tienen más de 70 años y pertenecen a la vieja guardia revolucionaria. Del actual politburó quedó excluido el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, de 56 años.
El Buró Político quedó compuesto por Raúl Castro Ruz (79), José Ramón Machado Ventura (80), Ramiro Valdés Menéndez (79), Abelardo Colomé Ibarra (72), Julio Casas Regueiro (75), Esteban Lazo Hernández (67), Ricardo Alarcón de Quesada (74), Miguel Díaz Canel (50), Leopoldo Cintra Frías (70), Ramón Espinosa Martin (72), Álvaro López Miera (80) y Salvador Valdés Mesa (61). Los tres nuevos miembros son Mercedes López Acea (45), Marino Murillo Jorge (51) y Abdel Izquierdo (50).
En el Secretariado, además de Machado Ventura y Lazo, figuran José Ramón Balaguer (ex ministro de Salud Pública que saliera ileso del fallecimiento de una veintena de ancianos en el Hospital Psiquiátrico de La Habana, en enero de 2010), Abelardo Álvarez, Víctor Gaute, Misael Enamorado y Olga Lidia Tapia, quien junto a Mercedes López Acea, primera secretaria del Partido en La Habana, se convierten en las dos mujeres con más poder dentro de la jerarquía partidista.
El Comité Central quedó integrado por 115 miembros, entre los cuales se encuentra 48 mujeres (41,7%) y 36 negros o mestizos (31%). O sea, el total de hombres es de 67 y los pertenecientes a la raza blanca son 79. A la hora de ocupar posiciones políticas, las mujeres, los negros y los mulatos siguen en desventaja.
Dos yernos de Raúl Castro (padre de cuatro hijos, tres hembras y un varón) aparecen entre los recién ascendidos al Comité Central: Luis Alberto Rodríguez Calleja y Lázaro Expósito Canto. «No somos los perfectos los que estamos ahí. En el transcurso de los próximos años iremos perfeccionando el nombramiento, nivel, experiencia, de estos compañeros que formamos parte de este importante órgano político, paso a paso, pero sin pausa», dijo Raúl, quien anunció la celebración de una conferencia nacional del PCC para el 28 de enero de 2012.
El Congreso aprobó también los Lineamientos de la Política Económica y Social, documento programático de más de 300 puntos que servirá de plataforma para la transformación del modelo económico en Cuba.
Durante las dos primeras sesiones, los temas debatidos del abarcaron asuntos diversos. Algunos relevantes, como la marcha del proceso de entrega de tierras del Estado a los campesinos privados: a 143 mil solicitantes se han repartido más de un millón de hectáreas, que representan el 63% de las tierras ociosas en manos del Estado. Esta es una de las medidas importantes de la reforma, pero debido a las trabas burocráticas y al exceso de control, entre otros motivos, no ha logrado resultados, a pesar de que el propio Raúl Castro ha considerado la producción de alimentos un problema de seguridad nacional.
La reforma tributaria, la unificación monetaria o la política crediticia de los bancos estatales hacia los trabajadores por cuenta propia -una novedad-, también fue debatida. Junto a estos temas se abordaron otros intrascendentes, como el de la reparación de las ollas arroceras y eléctricas repartidas a la población o la venta liberada de luz brillante (keroseno).
En el discurso de clausura, el nuevo primer secretario afirmó que ésa será su última tarea (el próximo 3 de junio cumplirá 80 años).
El VI Congreso sesionó del 16 al 20 de abril y terminó con todos los presentes cantando La Internacional. Para que quede constancia de que por ahora, la bandera del comunismo seguirá ondeando en la isla de los hermanos Castro.
Tania Quintero, con informaciones de agencias y medios.
Foto: Javier Galeano, AP