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Peloteros de Grandes Ligas en el estadio de La Habana

No todos los días un fanático al béisbol en Cuba tiene el privilegio de charlar con ídolos de la MLB, solicitar autógrafos o tirarse fotos de manera distendida.

Especialmente si esas estrellas beisboleras son de origen cubano que hasta hace pocos años, espectadores como Sergio Giralt, se calentaban las palmas de sus manos aplaudiendo los jonrones siderales de José Dariel Abreu o el juego agresivo de Yasiel Puig en el viejo estadio del Cerro.

En la mañana del 15 de diciembre, Giralt, presidente de la peña MLB.CU y media docena de afiliados, se llegaron al hotel Nacional para saludar a jugadores y directivos de la comitiva de Grandes Ligas que durante tres días efectuaron una visita a la Isla.

“La conferencia de prensa estaba señalada para las dos de la tarde. Nosotros llegamos bien temprano. Pudimos evadir el control de seguridad y cuando los peloteros bajaron al lobby, nos tomamos fotos y charlamos con ellos”, cuenta Sergio Giralt, un mulato fibroso que puede estar muchas horas hablando de béisbol.

La peña que preside Giralt radica en el parque John Lennon, en la Calle 17 entre 6 y 8, Vedado, y desde hace veinte años, cada viernes a las cinco de la tarde, se reúnen para intercambiar estadísticas, comentar sobre las nuevas contrataciones en la MLB y confirmar cuál fue el último pelotero cubano que saltó la cerca.

En la tarde del martes los socios de la peña se dieron banquete. Hablaron con Miguel Cabrera sobre los cuatros títulos de bateos ganados en el Big Show, se tomaron un selfie con el soberbio lanzador zurdo Clayton Kershaw, tres veces ganador del Cy Young, y saludaron al mítico Joe Torres, quien condujo al Duque Hernández a ganar tres anillos de Serie Mundial con los Mulos de Manhattan.

Pero el plato fuerte fue charlar con sus compatriotas. Como viejos amigos, Abreu, Puig, Alex Ramírez, Brayan Peña y John Jay platicaron con decenas de cubanos que sienten pasión por el deporte de las bolas y los strikes.

Al día siguiente, el antiguo estadio, situado en la barriada de El Cerro, fue un espectáculo. Medio centenar de niños y adolescentes recibieron una clínica de béisbol con las estrellas de la MLB y glorias de la pelota en Cuba.

En cuatro rotaciones los chicos recibían los consejos de Peña detrás del plato, Kershaw desde el box, Ramírez, Cabrera y Abreu en el infield y Jay, Nelson Cruz y ‘caballo loco’ Puig en los jardines.

Al concluir, los padres y fanáticos bajaron al terreno para tomarse fotos y solicitar autógrafos. Al mediodía del 16 de diciembre, en la peña del Parque Central, en el corazón de La Habana, el tema del día era la visita de directivos y jugadores de la MLB a la Isla.

Antonio Bermúdez, casi afónico, daba gracias a Dios por tener la dicha de estrechar su diestra con luminarias del mejor béisbol del mundo, y por la nueva política del régimen, de reconocer a los peloteros que en su día huyeron de Cuba buscando mejores salarios.

“Fue un error del gobierno censurar a los peloteros cubanos que se marchaban. A esos reproches de la prensa oficial se le debe pasar página. La patria es de todos. Y los verdaderos amantes a la pelota nunca los hemos olvidados”, expresa Bermúdez.

Casi todos los fanáticos están disgustados con el tratamiento informativo que los medios locales le han dado a la visita de la MLB. “En el noticiero entrevistaron a Nelson Cruz, Joe Torres y Miguel Cabrera, pero no a los peloteros nuestros. Es como si en Argentina la prensa le diera realce a Cristiano Ronaldo por encima de Leo Messi”, señala un joven vestido estudiante.

Los medios oficiales hablan de los jugadores cubanos en la MLB con la boca apretada. Desde hace año y medio, la televisión trasmite algún que otro partido donde juegan peloteros cubanos, pero no se analizan sus actuaciones ni se diseccionan sus estadísticas.

Rubén, trabajador del instituto de radio y televisión, explica que “se trata de una política informativa diseñada por los censores del Partido Comunista. Se abrió el banderín para hablar de las Grandes Ligas, pero el tratamiento noticioso a los peloteros cubanos debe ser bajo, discreto. Todavía en Cuba hay directivos que los ven como traidores”.

Otra cosa piensan los fanáticos. Sergio Giralt considera que “nadie, ni Fidel ni Raúl Castro, nos pueden despojar del éxito y el reconocimiento de nuestros peloteros en la MLB. Ellos son un orgullo para la nación, aunque a muchos no les guste”.

Texto y foto: Iván García

Foto: Yasiel Puig (Cienfuegos, 1990), jardinero de los Dodgers de Los Angeles, durante la sesión de entrenamiento con niños habaneros que practican béisbol, el miércoles 16 de diciembre, en el estadio situado en El Cerro, uno de los quince municipios de La Habana. Inaugurado el 26 de octubre de 1946, en 1971 fue modernizado y ampliado. Fidel Castro lo rebautizó con el nombre de Estadio Latinoamericano. Actualmente, el coloso del Cerro tiene capacidad para 55 mil espectadores y los cubanos le dicen «el Latino».

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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