Llamémosle Eduardo, un habanero de 27 años que vende ropas de marcas piratas, teléfonos celulares chinos y chancletas estilo hawaianas. Reside en un reparto con bloques de apartamentos al oeste de la ciudad. Revela a Diario Las Américas cómo funciona el reclutamiento de civiles y soldados interesados en trabajar o combatir en zonas ocupadas por el ejército ruso en territorio ucraniano.
“Conseguir un contrato para ir a Ucrania es fácil. Tengo un primo que está allá. Te pones en contacto con una persona que te tramita el boleto de avión a Moscú. Recuerda que a Rusia se viaja sin visa. Ya en el lugar, firmas el contrato, te pagan un buen sueldo, el equivalente a dos mil cuatrocientos o tres mil dólares, en dependencia de tu función, y te dan la ciudadanía rusa. No hay nada secreto”, explica.
“He leído en las redes sociales y en America TeVe vi la entrevista de dos muchachos que aseguraban que ellos fueron engañados. No sé si será verdad, pero no tiene sentido. Rusia necesita soldados y personal para construir trincheras y sistemas defensivos, poque Putin no quiere hacer una movilización general a los rusos. La mayoría de los cubanos que están allá habían viajado otras veces a Moscú, a trabajar o comprar pacotilla y luego revenderla en Cuba. Conocen el ‘paño’ (cómo funcionan las cosas) y algunos cominan el idioma ruso. Es posible que siempre haya un ‘gil’ (un despistado), pero la mayoría es responsable de sus actos”, asegura Eduardo y puntualiza:
“El pariente mío estaba ‘asfixiado’ (sin dinero) en Cuba, tomando alcohol de bodega en las esquinas. Cuando un socio le contó de Rusia, no lo pensó dos veces. Me dijo que era preferible arriesgarse a que le metan un tiro en un combate que estar pasando trabajo aquí. Estoy sorprendido por la repercusión de la noticia, pues en Ucrania hay cubanos peleando o trabajando para el ejército ruso desde el año pasado”.
En La Habana circulan rumores difíciles de contrastar. Una persona con buenos contactos en Rusia, afirma que “los quieren enrolarse en la guerra, para un bando u otro, hay diversos canales. Tanto Ucrania como Rusia tienen brigadas internacionales. Olvídate de qué parte está la razón. Eso es otra historia. Si quieres estar en el frente, te aseguro que no es difícil. Las embajadas de ambos países públicamente han declarado que aceptan voluntarios. Rusia paga. Ucrania no sé. No es nada personal ni una cuestión de principios. El mercenarismo es tan viejo como el mundo. Hasta los suizos, que ahora son una democracia casi perfecta, por siglos fueron mercenarios y consiguieron escapar del hambre y la pobreza”.
Ruslan Spirin, representante del presidente Zelensky para América Latina y el Caribe, a la pregunta si conocía algún caso de soldados cubanos detenidos por fuerzas ucranianas o muertos en combate, dijo que no tenía información al respecto.
Lázaro González, un ex oficial de las fuerzas armadas que alcanzó el grado de subteniente y que está en Ucrania reclutado por el ejército de Rusa, rechazó en una entrevista al programa A Fondo, de America TeVe, las denuncias de Andorf Velázquez García y Alex Vegas Díaz, dos adolescentes cubanos de 19 años sobre engaños, estafas y malos tratos. También negó que la participación de los cubanos en la guerra sea el resultado de trata o tráfico de personas, como declara una nota de la cancillería del régimen divulgada el lunes 4 de septiembre.
El ex oficial, que dijo estar ubicado en la ciudad de Ryazan como “jefe de compañía al frente de todos los cubanos, actualmente no más de noventa” y que sus subordinados son “conscientes de que van a trabajar como parte del ejército ruso, tienen conocimientos militares porque todos han pasado por el servicio militar”.
La participación cubana en la guerra de Ucrania fue revelada en mayo por la prensa rusa. La contratación está abierta en las redes sociales. Por tanto, no es un asunto que se maneja con discreción. De lo que se trata es conocer, si el régimen castrista está implicado y da su consentimiento al reclutamiento de nacionales.
Abel, abogado, apunta que el mercenarismo es un delito tipificado por el nuevo Código Penal recientemente aprobado. “En su Artículo 135.1 reza: Quien, con el fin de obtener el pago de un sueldo u otro tipo de retribución o beneficio personal, se incorpore a formaciones militares, o empresas militares privadas, integradas total o parcialmente por individuos que no son ciudadanos del Estado en cuyo territorio se propone actuar, incurre en una sanción de privación de libertad de diez a treinta años, privación perpetua de libertad o muerte”, señala el jurista.
Y aclara que igual sanción incurre quien “colabore o ejecute cualquier otro hecho encaminado directa o indirectamente, a lograr el objetivo señalado en al apartado anterior. Resumiendo: todos los compatriotas residentes en Cuba que están tomando parte en la contienda bélica o tienen contratos con el ejército ruso o alguna de sus agrupaciones militares privadas están violando nuestras leyes, ya que el mercenarismo o la participación en una guerra sin autorización del gobierno está tipificado como delito”, indica.
“Creo que no es muy sólido, jurídicamente hablando, la acusación de tráfico de personas, porque la gentei sale de Cuba legalmente y firma los contratos bajo su responsabilidad. Quizás el caso de los dos muchachos que alegan haber sido estafados y engañados puede considerarse trata de personas. Pero hay que confirmar si sucedió como ellos cuentan”, precisa el abogado.
¿Crees que existe una participación consensuada del gobierno cubano y las autoridades rusas?, le pregunto a Abel. “Es difícil de demostrar. Es cierto que ha habido conversaciones en temas militares y de seguridad nacional y que los acuerdos tomados no son públicos. He leído de un batallón de tropas élites que viajó a Bielorrusia supuestamente a adiestrarse. En asuntos militares suele prevalecer el secretismo. Pero tengo algunas dudas. Si ambos gobiernos acordaron la participación de militares cubanos, ¿por qué Cuba no lo hace con tropas regulares y de forma pública?”, se cuestiona el jurista.
Un ex oficial de la inteligencia opina que la estrategia de la participación de cubanos en la guerra de Putin es similar al esquema del éxodo utilizado por el régimen durante la estampida de más de 300 mil cubanos por el puente aéreo de Nicaragua.
“Cuba tiene una historia de larga data en subversión y participación en conflictos bélicos. De manera secreta, Fidel envió soldados al Congo, Siria y Venezuela en la década de 1960. Incluso en la guerra civil de Etiopía, en un primer momento, ayudó militarmente al gobierno de Siad Barre en Somalia. Fue después que se inició la guerra con Etiopía que, por orientación del Kremlin, se apoyó a Mengistu Haile Mariam. Y en Angola, en plena Guerra Fría, se vio algo muy curioso. China, país comunista, apoyaba financieramente y militarmente a la UNITA de Savimbi y al FNLA de Holden Roberto. Mientras Fidel y los soviéticos eran aliados del MPLA de Agostinho Neto”, comenta el ex oficial.
“En el actual contexto, de amplias sanciones a Rusia y condena de la mayoría de los países por su invasión a Ucrania, el gobierno tiene que trazar una estrategia muy astuta si quiere permitir la participación de cubanos en el conflicto. Abiertamente es imposible. Militarmente las fuerzas armadas están a años luz en equipamiento y estrategias de las guerras modernas. No creo que voluntariamente, como si fue en el caso de Angola o Etiopía, miles de cubanos se vayan a sumar a esa aventura. Y aunque la nomenclatura militar y de gobierno todavía cree que Rusia es la antigua URSS, ya la ciudadanía en la isla tiene más conciencia y el descontento hacia el régimen es evidente. La mayor parte de la población se va a oponer a que en esa guerra participen sus hijos”, expresa y añade:
“Por tanto, se recurre a la opción de virar la cara hacia otro lado y dejar que aquéllos que quieran participar por dinero en la guerra vayan. Es lo único que puede hacer el gobierno. La condena de la cancillería, después de diversas informaciones que confirmaban la presencia de militares cubanos en Ucrania, era de esperar. Las leyes nuestras sancionan el mercenarismo y en América Latina, aunque varios países no han condenado a Putin, tampoco se involucran en el conflicto. Probablemente por la presión de la deuda financiera con Rusia o el antinorteamericanismo que es piedra angular en la política exterior del gobierno cubano, se vieron arrastrados a dejar que se contraten ciudadanos. En esta guerra Cuba no ha sido neutral. Públicamente apoya a Rusia”, concluye el oficial de inteligencia jubilado.
En la calle, a la gente de a pie le es muy difícil de creer, que en un país donde se controla al detalle la vida de sus ciudadanos, las autoridades no supieran de la contratación de cubanos en las redes sociales para combatir en Ucrania. En Cuba nada sucede que el régimen no lo sepa.
Iván García
Foto: Tres cubanos llenando planillas con sus datos en una oficina militar en la ciudad rusa de Riazán. Tomada de Ryazan Gazette.