Cuba despierta la ambición de los principales fabricantes de automóviles presentes en la Feria de Autos de Detroit (12 al 25 de enero de 2015), tras el anuncio de deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana.
«Vamos a estudiar toda oportunidad que se nos pueda presentar en Cuba», dijo a la AFP Patrick Morrisey, un portavoz de General Motors, principal grupo automotriz estadounidense.
Por su parte, Christine Becker, representante de Ford, comentó que van a «determinar el impacto potencial (del restablecimiento de las relaciones) para la industria automotriz. No descartamos nada por ahora».
La surcoreana Kia Motors no ocultó su interés, y dijo que adaptará su estrategia en la isla paso a paso, de acuerdo a la evolución de la situación diplomática.
El acercamiento «sin duda, va a crear oportunidades en el mercado cubano, pero por ahora tenemos que esperar medidas sobre las restricciones», subrayó Michael Choo, un portavoz de la compañía.
Dentro del sector automotor los principales fabricantes se están preparando para llegar primero a Cuba.
«No hay duda, Cuba es un oasis de crecimiento para la industria automotriz», dijo Akshay Anand, analista de la empresa estadounidense Kelly Blue Book. «Es la mayor isla del Caribe, así que tenemos grandes posibilidades por delante», acotó Alec Gutiérrez, analista de Autotrader.com.
Anand y Gutiérrez subrayaron que los cubanos aprecian los carros estadounidenses y necesitarán reemplazar los Chevrolet de los años 1950 que circulan por la isla, junto a los antiguos autos de la Europa del Este, los chinos y cualquier automóvil occidental de modelos recientes vendidos por el Estado.
«Pero será difícil para un fabricante desembarcar a mediano plazo porque queda mucho por hacer», opinó Bill Visnic, de Edmunds.com. Como él, profesionales del sector y de la industria, estiman que la llegada de los grandes fabricantes de automóviles al mercado cubano aún no es posible.
GM, Ford, Volkswagen, FCA US (ex Chrysler), Toyota y Kia enfrentan problemas de infraestructura y de logística.
«¿Cómo son las carreteras cubanas? ¿Cómo desarrollar una red de concesionarios? ¿Se exportarán a la Florida? ¿Cuáles son los tipos de infraestructura que se debe construir? Muchas preguntas sin respuestas», dijo la analista Jessica Cadwell.
A las incertidumbres, se suma la pregunta crucial de la situación de la economía cubana y del poder adquisitivo de los hogares. El crecimiento fue de 1,3% en 2014.
«La demanda está allí, pero ¿un cubano puede permitirse comprar un Chrysler nuevo? Lo dudo», dijo Cadwell a la AFP.
Por otro lado, la burocracia y la actitud de las autoridades políticas locales, que están comprometidas con tímidas reformas, es una incógnita. La economía de mercado apenas está comenzando.
Desde hace tres años, los cubanos pueden vender y comprar vehículos de segunda mano, pero de acuerdo con Akshay Anand, apenas un centenar de carros nuevos fueron vendidos en Cuba en 2014. Las calles están dominadas por ‘bellezas americanas’ de los años 50 como Pontiac, Plymouth, Dodge y Chevrolet.
En las décadas de 1960 y 1970, los Peugeot 404, fabricados en Argentina, los checos Skoda y los Lada soviéticos intentaron conquistar la isla sin mucho éxito. Más recientemente, en las últimas dos décadas, desembarcaron los chinos.
Los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre que iniciarían la normalización de sus relaciones diplomáticas, después de más de medio siglo de embargo económico que Estados Unidos impuso a la isla comunista. Las primeras conversaciones entre funcionarios de los dos países se realizarán el 21 y el 22 de enero en La Habana.
Swissinfo, 14 de enero de 2014.
Fotos: Viejos autos americanos por el Paseo del Prado, en La Habana. Tomada del blog vero4travel.