Esta vez no se trata de un escándalo político o de corrupción financiera. Lo que sacude a la Florida, probablemente el más exótico de los estados norteamericanos por su población hispana y multicultural, es el descubrimiento de una red de espionaje al mejor estilo de las novelas de John Le Carré y Frederick Forsyth.
Pero esta vez los hombres no vinieron del frío sino del mismísimo trópico: los espías son de origen cubano, de acuerdo a las evidencias mostradas por el FBI. El gobierno de La Habana todavía no ha dicho una palabra sobre el incidente. Los más avezados piensan que responderá con un argumento contundente o con el anuncio de que una docena de agentes de la CIA, infiltrados en Cuba, han sido apresados.
De momento lo que hoy escandaliza a la Florida y que ha tenido repercusión en la prensa estadounidense ha servido para distraer un tanto la atención del «culebrón» Clinton-Lewinsky que, sin quererlo, se ha convertido en el primer melodrama mundial.
Tania Quintero
Foto: Checkpoint Charlie, en el Berlín de la antigua República Democrática Alemana.
Publicado en Cubafreepress el 18 de septiembre de 1998.