Desde La Habana

Las Damas de Blanco, en peligro de desintegración

Santiago de Cuba, 19 de mayo de 2010 (www.aplopress.com). Las Damas de Blanco, el movimiento cívico cubano que más ha impactado nacional e internacionalmente en el entorno político cubano actual, está en serio peligro de desintegración.

El Gobierno cubano una vez ha implementado su vieja estrategia de divide y vencerás. Valiéndose de sus artimañas, ha creado un clima de tensión que ha fraccionado al grupo bajo diferentes intereses.

Una fuente bien informada en La Habana, nos asegura que algunas esposas de presos políticos de la causa de los 75, que no participan en las marchas como Elsa Morejón, la esposa de Oscar Elías Biscet y Álida de Jesús Viso Bello, esposa de Ricardo González Alfonso, están recogiendo firmas para que las Damas de Apoyo no continúen asistiendo a actividades de las Damas de Blanco, incluyendo las misas en la Iglesia de Santa Rita y las marchas por la 5ta. Avenida.

Una Dama de Blanco que pidió no ser identificada, nos informa que entre los promotores de esta iniciativa también se encuentran Miriam Leyva y Oscar Espinosa Chepe, quienes alegan que la participación de esas mujeres están poniendo en peligro las gestiones de la Iglesia y el Gobierno cubano para un proceso de liberación de los presos políticos.

Según esta fuente, los promotores de la iniciativa aseguran tener alrededor de 30 fimas, principalmente de aquellas Damas de Blanco que se encuentran en el interior del país. También hemos sabido que varios esposos y familiares de estas mujeres, pertenecientes a la causa de los 75 han rechazado esa actitude.

Informaciones recibidas desde la capital señalan que entre las que estarían de acuerdo que las Damas de Apoyo no asistan a las actividades se encuentran Alejandrina  García de la Riva y Clara Lourdes Prieto Llorente, algo que Laura Pollán considera como una verdadera crisis para el movimiento que ella encabeza.

La mediación de la Iglesia, por medio del Cardenal Jaime Ortega, parece que va más allá de una simple motivación personal del Cardenal, sino como parte de una negociación con el Gobierno cubano, para desintegrar el movimiento de las Damas de Blanco.

Si el movimiento quiere sobrevivir, tiene que ser bajo una convocatoria de Laura Pollán, para que se sumen y amplíe el grupo de apoyo, con cuantas mujeres lo quieran integrar. La oposición debe brindarles un respaldo incondicional, aportando sus miembros para que se incorporen al movimiento y desde el exterior respaldar económica y moralmente a las que decidan mantenerse dentro de los lineamientos de las Damas de Blanco.

Víctor E. Sánchez

Periodista independiente

Agencia de Prensa Libre Oriental

Foto: Carlos Serpa Maceira. Afuera de la Iglesia de Santa Rita, el domingo 16 de mayo.

Salir de la versión móvil