La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional lamentó la «película de horror» padecida por los familiares de Orlando Zapata, quienes el jueves 9 de junio tenían previsto emigrar a Estados Unidos llevando consigo las cenizas del fallecido disidente.
En declaraciones a EFE, el portavoz de la Comisión, Elizardo Sánchez, dijo que la marcha de los familiares de Zapata cierra «uno de los capítulos finales de esta especie de película de horror» vivida desde el encarcelamiento del disidente, en marzo de 2003, su huelga de hambre en la prisión, su muerte y el hostigamiento posterior sufrido por su madre y sus allegados.
La salida en avión de 13 familiares de Orlando Zapata estaba señalada para las 15.00, hora cubana, desde la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, en la que operan todos los vuelos directos hacia la capital de Florida. Según un empleado de la terminal, salió a las 15.10.
Medios extranjeros acreditados en la isla esperaban la llegada del grupo a la entrada del aeropuerto, pero los familiares fueron conducidos al interior en un vehículo por un acceso distinto al habitual. Reina Luisa Tamayo, pudo ser contactada vía telefónica cuando ya se encontraba con el resto de su familia dentro del aeródromo. Tamayo explicó a EFE que los familiares fueron trasladados en un autobús que entró «por un lugar secreto».
La familia de Orlando Zapata viaja con la expectativa de que tras su arribo a Miami, el exilio cubano levante un monumento al opositor, que según Reina Luisa será «el panteón que él se merece». Los restos de Zapata fueron exhumados del cementerio de Banes, Holguín, el martes 7 y ese mismo día se trasladaron a La Habana en un coche fúnebre junto a sus familiares.
Después de incinerados, el miércoles 8 la familia realizó los últimos trámites en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, a donde acudieron con una caja de madera conteniendo las cenizas de Zapata envueltas en una bandera cubana. Allí pudieron hablar con la prensa extranjera.
Elizardo Sánchez recordó que en una conversación que tuvo con Orlando Zapata antes de ser encarcelado en la ola represiva de 2003, el disidente quería quedarse en Cuba y «resistir desde aquí». «Pero él no pudo elegir el destino de sus restos. El desenlace ha sido contrario a aquel deseo», lamentó Sánchez.
Orlando Zapata Tamayo falleció el 23 de febrero de 2010 tras una larga huelga de hambre en la cárcel para pedir ser tratado como preso de conciencia, una condición que le reconocía Amnistía Internacional. Su muerte suscitó una oleada de críticas en distintas partes del mundo.
En octubre de 2010 y a través de la iglesia católica, el gobierno cubano ofreció a los familiares de Orlando Zapata la posibilidad de irse de la isla y meses más tarde recibieron un visado para emigrar a Estados Unidos como refugiados políticos.
Información tomada de la agencia EFE/La Habana.
Foto: Reuters