Juan Carlos Herrera Acosta, periodista independiente de la Agencia de Prensa Libre Oriental, condenado a 20 años en abril de 2003, es uno de los cinco excarcelados cubanos que en los próximos días viajará a España, acompañado de su esposa, Ileana Danger, y algunos familiares.
Durante los siete años y siete meses de cárcel, Juan Carlos pasó por uno de los momentos más duros que puede pasar un ser humano, sobre todo cuando se está preso: perdió a su única hija.
El 12 de marzo de 2008, en un accidente de tránsito moría Lianet Herrera Disco, de 14 años, mientras viajaba en un ómnibus desde La Habana a Guantánamo. La madre de Lianet, Elizabeth Disco Tito, de 31 años, y una hermanita de 2 años, Elianet González Disco, también fallecieron.
El 12 de junio, Juan Carlos fue trasladado de la prisión Cubasí, de Holguín, al Combinado de Guantánamo. «Me acercaron a mi provincia, pero me alejaron de mi familia. No les basta con lo que he sufrido», dijo al enterarse del cambio y definió a la cárcel guantanamerca como «un antro de terror», que ya conocía de un anterior encierro en ese penal.
Herrera recibió el traslado como una venganza. Por su actitud contestaria, en todo este tiempo, las autoridades lo han mantenido en «régimen de máxima severidad». Las visitas a los prisioneros bajo este régimen son cada tres meses.
Juan Carlos Herrera Acosta ha realizado varias huelgas de hambre exigiendo sus derechos y se ha cosido la boca como protesta contra las pésimas condiciones en que ha purgado su condena.
Tania Quintero
Foto: Aplopress