Mientras en Washington más de 500 invitados por el régimen y algunos anticastristas que desde el exterior gritaron consignas contra los Castro, veían izar la bandera cubana y eran testigos de la reapertura, después de 54 años, de una embajada de Cuba en Estados Unidos, en La Habana más de 150 personas, sin que nadie los convocara, se acercaron al edificio que hasta el 19 de julio fue sede de la Sección de Intereses de Estados Unidos y a partir de ahora es la Embajada de Estados Unidos en la Isla.
«Pero para ver ondear la bandera de las barras y las estrellas tendremos que esperar al 14 de agosto, cuando el secretario de Estado, John Kerry, viaje a La Habana y reinaugure oficialmente la embajada», manifestó Iván García vía telefónica a Radio Martí y Diario las Américas, medios para los cuales regularmente colabora.
«En general, los cubanos son favorables al deshielo, aunque siguen absteniéndose de opinar sobre temas políticos», dijo y recalcó la espontaneidad de los que acudieron a la sede diplomática estadounidense en La Habana, entre ellos un manifestante con un letrero que decía Welcome USA.
«En Cuba, menos ir a bailar reguetón o acudir a un juego de pelota, casi todo es convocado por el gobierno. Por eso quiero resaltar el gesto espontáneo de todas esas personas. Por el sol y el calor, estaban informalmente vestidos, en short, camiseta y chancletas. El ambiente mucho era más natural que el de Washington, donde la mayoría de los invitados andaba de cuello y corbata», puntualizó.
Iván contó que en la terraza de un edificio cercano, donde hay una paladar, «los turistas estaban mirando y disfrutando mientras tomaban mojitos». Y añadió que entre el público que espontáneamente se congregó en las afueras de la ya Embajada de Estados Unidos en Cuba, también había corresponsales extranjeros, artistas y periodistas independientes. «Los disidentes, a favor o en contra del deshielo, no fueron».
Tania Quintero
Foto: Tomada de Cubatey.