Desde La Habana

El muro virtual de la Embajada de México en La Habana

El muro virtual de la Embajada de México en La Habana

Y llegaron los quince de Sofía. Entre sus padres y parientes radicados en el exterior, ahorraron 3.700 dólares, cantidad con la que podrían pagar una semana en un hotel cuatro estrellas en Cancún. Después que por medios internacionales se informaran acerca de la brutal violencia que asola a casi todos estados de México, decidieron cambiar los planes e ir a Punta Cana, en República Dominicana.

“Pero la Embajada dominicana exige el affidavit de un residente en el país para poder viajar. Y nosotros no conocíamos a nadie allí. Decidimos intentarlo por México. Una verdadera odisea. En teoría, los trámites son simples. Usted obtiene una cita, totalmente gratis, en el sitio online de la Embajada en La Habana (embamex.sre.gov.mx/cuba). Descarga una planilla en PDF que se puede llenar en la casa o en la misma sala de internet. Y en dos o tres semanas el Consulado debe entregarle un turno para la entrevista. Pero en la práctica, el sitio está bloqueado. Se intentó a cualquier hora, hasta de madrugada. Al ir personalmente a la Embajada dijeron que ése era exclusivamente el trámite. Fue entonces cuando nos enteramos del entramado de corrupción que se ha montado entre funcionarios mexicanos y cubanos que residen por los alrededores”, señala Pedro, padre de la quinceañera, quien añade:

“Conocidos que viajan a México como ‘mulas’, nos dijeron que ni lo intentara por internet, que la manera más segura era pagar 300 o 350 cuc a una persona que vive cerca de la Embajada, que te garantizaba una cita y una visa por diez años a México. A mí no me interesaba un visado de diez años, no me dedico al negocio de las ‘mulas’. Solamente quería visa por una semana por los 15 de mi hija. Al final fuimos a Varadero”.

Desde hace más de un mes, he estado investigando sobre el tema, que no solo afecta a la Embajada mexicana. La representación diplomática de Panamá, de acuerdo a algunos entrevistados, suele cobrar coimas por debajo de la mesa a los cubanos que se dedican al comercio ilegal.

“Se pagan 300 o 400 dólares. A ellos les interesa la divisa internacional, aunque también aceptan pesos convertibles. Si pagas, casi al seguro te conceden una visa por diez años, que para los que estamos metidos en este ‘bisne’ es fabuloso, pues te garantiza un margen de tiempo como ‘mula’. El dinero del soborno se saca en el primer o segundo viaje. Ese tipo de ‘mordidas’ son habituales en Centroamérica (excepto Costa Rica), pero sobre todo en México, donde la corrupción es un estilo de vida”, explica Alberto, quien desde hace siete años se gana la vida con el trasiego ilegal de mercancías.

Según agencias de noticias, en 2016 los cubanos gastaron más de 100 millones de dólares en compras en Colón, ciudad situada a la entrada del Canal de Panamá.

Pero volvamos a la Embajada de México, sita en la Calle 12 No. 518 esquina 7ma. Avenida, en el apacible barrio de Miramar, al oeste de la capital. Una mujer que viste con elegancia y dice haber sido trabajado en un ministerio cubano, considera que “es un negocio bueno para las dos partes: además de conseguirte la cita consular, te garantizo una visa por diez años. ¿Tú sabes cuánto dinero se le saca a ese tipo de visa? Incluso me parece que 300 cuc es poco”.

Al preguntarle sobre la cantidad de dinero que debe entregar al funcionario consular, antes de responder, sonríe: “Mi cielo, ¿tú eres periodista o policía? Lo que a ti te interesa es obtener una visa. Y yo soy la persona que te la puede resolver”.

Una fuente señala que al menos dos funcionarios mexicanos reciben dinero por el irregular negocio. “En los alrededores de la Embajada se han armado broncas de coger palco, pero la policía las sofoca rápidamente. Son personas que han sido estafadas e inclusive se dio el caso de un señor que dijo iba denunciar el asunto al G-2. Pero a esa gente no le pasa nada. Tienen inmunidad diplomática. Lo más que puede pasarles es que lo expulsen de la Isla”.

En reiteradas ocasiones, llamé por teléfono a la Embajada de México para conocer sus impresiones de los hechos. No recibió respuesta de ningún funcionario.

Por lo general, las embajadas del primer mundo acreditadas en Cuba no presentan estos problemas. El régimen ha intentado atribuir casos de corrupción a funcionarios estadounidenses, pero nunca ha sido demostrado.

“La Embajada de Estados Unidos funciona como un reloj atómico. Con los americanos no hay quimbe. Son incorruptibles. Hasta los que llenan planillas a 20 dólares deben tener licencia otorgada por el Estado. El ‘bisne’ con las citas y visas es en llas embajadas o consulados de países latinoamericanos, esos que públicamente dicen que son nuestros hermanos, pero en la práctica ponen mil y una trabas para que los cubanos no viajemos a sus países. Pero los más corruptos son los funcionarios mexicanos”, asegura una persona que tiene amistad con diplomáticos latinoamericanos.

En este sitio (https://www.google.co.ve/maps/place/Embajada+de+M%C3%A9xico/@23.1234887,-82.4182558,17z/data=!4m7!3m6!1s0x88cd773c1b7090cf:0xf3261b1c60c057b1!8m2!3d23.1234887!4d-82.4160671!9m1!1b1), decenas de ciudadanos, con nombres y apellidos, han dejado comentarios denunciando el supuesto entramado corrupto. Es lo que hizo Yirina Delgado: «Debo decirle que la opinión que se deja aquí, no es importante para ustedes. Pues son muchos los que se quejan y no se ve mejoría ni una respuesta por parte de la embajada. Juegan con los sentimientos de los que desean una cita. Pues la página funciona hasta el momento en que van a darlas, luego la bloquean… no engañen ni jueguen más con las personas».

Por su parte, Elizabeth Gutiérrez comentó: «Es una falta de respeto… no puedo obtener la cita. Y lo hacen para luego poder venderla por la izquierda». Otros se quejan de que han sido estafados.

Yolanda, ama de casa, viaja todos los años a México, donde tiene hijos y nietos. Ella aclara que esa corrupción en la Embajada mexicana en Cuba «no es noticia en una nación en la cual la corrupción es institucional y los primeros corruptos son los políticos y la policía. Una vez escuché a un alcalde que se iba a postular para un cargo públicamente decir: He robado, pero poquito”.

Cubanos dedicados al negocio de las ‘mulas’ están dispuestos a pagar 300 cuc por debajo del tapete para obtener una visa por 10 años a México. Pero los padres de Sofía, la chica que cumplió 15 años, decidieron no viajar a Cancún porque no aceptan ese mecanismo de corrupción.

Iván García

Foto: Consulado de México en La Habana.

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