El empresario español Sebastián Martínez Ferraté, acusado de corrupción de menores, proxenetismo y actividades económicas ilícitas, será juzgado el lunes 18 de julio en el Tribunal Provincial de La Habana, cuya sede oficial radica en Prado y Teniente y Rey, pero los juicios con la presencia de diplomáticos y medios de prensa, los suelen celebrar en el Tribunal Municipal de 10 de Octubre, en Carmen y Juan Delgado.
En una galera de La Condesa, prisión especial para extranjeros, en las afueras de la capital, desde hace un año Martínez Ferraté espera un juicio que de antemano se conoce el fallo.
La fiscalía pide 15 años de privación de libertad, tal vez se reduzca a 10 o 5. Pero es evidente que le están pasando factura por haber realizado o contribuido a realizar, en 2008, un documental donde se muestra la prostitución en toda su extensión, incluyendo la infantil.
También puso al descubierto la corrupción existente alrededor de la prostitución en la isla. El documental se exhibió en Tele Cinco, canal privado de España. Fue un taquillazo.
Y un golpe bajo para las autoridades cubanas. Que comenzaron a tramar su venganza. Se sabe que anualmente el Departamento de Estado de Estados Unidos coloca a Cuba en la lista de países donde se practica la prostitución infantil. Algo que incomoda mucho al gobierno. Y el ‘caso Sebastián’ le sirvió para enviar un mensaje de ida y vuelta a los atrevidos visitantes foráneos que osen mostrar la cara fea del país.
El documental tal vez fuera novedoso para quienes apoyan a los Castro en España. Pero para un reportero independiente cubano es más de lo mismo.
Lo que en el audiovisual se cuenta, sigue sucediendo en Cuba. Cada día las jineteras son más jóvenes y hay montada casi una industria de la prostitución. Las fuerzas policiales, no digo que estén de brazos cruzados, pero por cada prostituta, proxeneta o corruptor de menores que va tras las rejas, surgen cuatro.
La prostitución es un fenómeno social. Arrastradas por la pobreza, falta de oportunidades y deseos de emigrar, una legión de mujeres se venden a turistas por dos billetes de 20 dólares.
El gobierno nunca ha ofrecido un estimado de la cantidad de personas enroladas en la prostitución. Pero son miles. El aumento del jineterismo y el proxenetismo es conocido a sotto voce por la ciudadanía.
Lo que molesta a las autoridades es que el tema se divulgue con despliegue por los grandes medios. Y siendo la prostitución infantil un tema sensible, le preparó una encerrona a Martínez Ferraté, director de una cadena hotelera en Mallorca.
Según el escritor Ángel Santiesteban en su blog Los hijos que nadie quiso, a través de un «amigo» cubano allegado a Martínez, en julio de 2010 le hicieron venir a Cuba creyendo que ventilaría un asunto sobre hotelería. No más llegar a La Habana fue detenido y despachado a la cárcel.
El español pecó de ingenuo. El gobierno cubano no perdona ciertas “ofensas”. Las cobra. Y con rigor. Sebastián Martínez engrosará la lista de los conejillos de india que le sirven a los Castro para negociar futuros tratos.
Se convertirá en una moneda de cambio. Como el gringo Alan Gross o los disidentes locales. Hay un abanico de opciones para canjear a Martínez. Desde una línea de crédito, pedirle a los políticos españoles apoyo para que levanten la posición única de la UE, hasta silencio y complicidad con el régimen de La Habana. O cualquier otra cosa. Vaya usted a saber.
Iván García