Todos los días, aprovecho el camino por donde tenga que ir para estar a solas conmigo, pensar, planear el día y sobre todo, agradecer que salí de Aquel Infierno, tarde, pero salí.
Naturalmente, como van las cosas bajo el régimen obámico, a veces uno parece que esta viendo carteles del comité por todas partes, o marchas del pueblo chivatiente, o cosas similares porque hay carteles de los tres espías -aunque siguen diciendo cinco- y carteles del fin del embarque o del embargo, que ya no sé bien, por todas partes.
El otro día, solo por cambiar, tomé el Metro. Y me encontré la jeta obámica y la jeta yoánica, compartiendo uno de esos carteles que han fijado en todas las estaciones posibles e imposibles del centro de la ciudad. Solo falta la jeta raúlica, porque el mensaje obámico-yoánico es el mismo, la misma catilinia de siempre.
Ahora resulta que los cambios yoánico-raúlicos necesitan del empujón obámico: la flamante bloguera, le pide al flamante presidente norteamericano que quite el embargo y que envíe dinero al vejete de turno en Cuba, para que los negocios por cuenta propia florezcan y haya cambios.
Parece que la señora Yoani Sánchez no se ha enterado aún que los cambios con una dictadura se logran solo con la destrucción total y completa de la dictadura, lo demás es colaboracionismo barato, pero por lo barato que es, le está resultando mejor que el colaboracionismo del régimen de Vichy. Y menos riesgoso para el pellejo de los colaboradores castro-yoánicos del régimen obámico, porque han penetrado en el exilio hasta las raíces, arrancando las esperanzas y no dejando ni para el café.
Es así como han diseñado la Operación Condumio, que pondrá la caldosa de claria y moringa al alcance de la mano de los “empresarios independientes” aprobados por una coalición tripartita yoánico-obámico-cagastrolitrosa. Y eso es cosa rara, nunca había visto yo un empresario dependiente, pero bueno…. Quizás me tengo que cambiar las gafas o andar con unas que me impidan ver esos carteles.
Lo más curioso es que lo firma una organización que dice llamarse Cuba Now. Parece que como contraposición a esos programas viejos de la radio de la Cuba del ayer, o justamente para congraciarse con el castrismo que habla tanto de la Cuba futura, o con el futuro de la Cuba chinesca que se están inventando con Fanjul, Saladrigas, Obama, Sánchez y sus comensales invitados al condumio.
Se están sirviendo la mesa, y todo a nivel de política, dinero, esclavismo futuro, control y mucho comunismo con otras caras. Es decir, están trabajando para imponer un castrismo afeitado, aunque algún que otro camaján se deje un bigotico o una barbita de salsero mayamero de los años ochenta. Así estamos.
El circo cubano llegó a Washington.
Charlie Bravo*
*Exiliado político cubano residente en Washington. Publicado con el título Operación Condumio en Libertad y Vida, publicación digital de Zoé Valdés.
Foto: Uno de los viejos tranvías turísticos que a dario recorren Washington DC, la capital de Estados Unidos.
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