En la nota titulada «Coco Fariñas afirma que Israel Rojas fue uno de sus represores», publicada en ADN Cuba el pasado 30 de mayo, Guillermo ‘el Coco’ Fariñas Hernández, dice que en el 2000, cuando se dirigía a casa de su ‘hermano’ Oscar Elías Biscet, fue arrestado en la esquina de Dolores y Acosta. Y en el potaje mete a Israel Rojas, uno de los dos integrantes del dúo Buena Fe.
Imposible que en esa esquina lo hubieran arrestado, porque las avenidas de Acosta y Dolores, las dos en la barriada habanera de Lawton, no solo son paralelas, si no que entra una y otra hay unas doce cuadras de distancia y en ningún momento confluyen, como es el caso de Monte y Estévez, en El Cerro. No es cierto que en el 2000, Fariñas fuera ‘hermano’ de lucha de Biscet, porque si había un disidente con el cual desde fines de los 90 estábamos en contacto, era precisamente con Oscar Elías Biscet, sobre todo los tres periodistas independientes de Cuba Press que vivíamos cerca de Biscet: Ariel de Castro Tapia, Iván García Quintero y yo. Los tres cubrimos muchas de las actividades convocadas por Biscet, aunque la primera gran cobertura que tuvo Biscet se la dio Cuba Press y en particular Ana Luisa López Baeza y Raúl Rivero, los dos ya fallecidos.
A esa cercanía con Biscet también contribuyó que el portavoz que entonces él tenía, y cuyo nombre y apellido he olvidado, igualmente vivía por la zona, en un apartamento interior en la calle San Miguel, a dos cuadras de Acosta, a unas siete u ocho cuadras de nuestra casa y no muy lejos de Villa Marista, sede del Departamento de Seguridad del Estado. Por eso cada vez que Biscet convocaba a la prensa en ese lugar, siempre la Seguridad lo rodeaba. Si iban corresponsales extranjeros, te dejaban pasar, si eran periodistas independientes, impedían la rueda de prensa.
Cuando en 2005 la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, dirigida Martha Beatriz Roque Cabello, René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés (ya en esa fecha del Grupo de los Cuatro se había apartado mi primo, Vladimiro Roca Antúnez), se reunieron en el patio de la vivienda de Bonne, en el reparto Río Verde, en Boyeros, aunque entre los participantes se encontraba Fariñas, como era un desconocido, en las notas de prensa publicadas no fue mencionada su presencia. Es una pena que los nuevos que se han incorporado al activismo político y al periodismo contestatario, desconozcan realidades de la oposición interna y de la prensa independiente en Cuba, surgida a mediados de la década de 1990.
Otro dato, si en el 2000 Israel Rojas ya era del G-2, lo sería en Guantánamo, su provincial natal, porque según Wikipedia. en el 2001 es cuando él y Yoel Martínez, el otro del dúo Buena Fe, viajaron a La Habana, a grabar su primer disco. Quienes tuvimos oportunidad de ser periodistas independientes entre 1995 y 2003 debemos reconocer que si en Cuba en aquellos años la oposición tuvo un líder ése fue Oscar Elías Biscet.
A propósito de Oscar Elías Biscet, texto mío publicado en este blog el 21 de marzo de 2011:
En El Nuevo Herald del 18 de marzo de 2011, el periodista independiente Ricardo González Alfonso recuerda al doctor Oscar Elías Biscet. El trabajo se titula Biscet, con la esperanza del Nobel. Sin temor a equivocarme, fuimos los periodistas de Cuba Press quienes más cobertura le dimos a todas y cada una de las actividades de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, creada y presidida por Biscet.
Entre quienes reportaron más y mejor se encontraba Ana Luisa López Baeza. Iván y yo mencionamos a Ana Luisa en «Oscar Elías, nuestro vecino de Lawton», que en mayo de 2010 salió El Mundo/América. Más de una crónica también sobre el carismático disidente escribió el director de Cuba Press, Raúl Rivero, algunas publicadas en El Nuevo Herald, donde durante años fue colaborador permanente (una de esas crónicas de Raúl se titulaba Cuba sí y Biscet también).
Por el ayuno en Tamarindo 34, que en su momento acaparó el quehacer de toda la disidencia interna (y de la Seguridad del Estado, que en el pequeño apartamento de Migdalia Rosado tenía sus infiltrados, entre ellos Aida Valdés Santana), pasamos casi todos los periodistas de Cuba Press, desde Raúl y el propio Ricardo hasta Juan Antonio Sánchez (Ñico), Ariel de Castro Tapia, Iván García y yo, entre otros. De su paso por Tamarindo 34, Iván escribiría «Una revolución pacífica comienza», publicado en junio de 1999 en Cuba Free Press y reproducido en abril de 2010 en el blog Desde La Habana.
Como vivíamos cerca, Iván, Ariel y yo cubrimos la convocatoria de Biscet a celebrar el 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1998 en el Parque Buttari, en la barriada de Lawton. Lo que allí ocurrió lo dejé plasmado en El show del Butari, que aún se conserva en los archivos digitales de Cuba Free Press. En el 2000 escribí La opción de Biscet, que ese mismo año salió en CubaNet y en diciembre de 2010 se reprodujo en mi blog y en el blog Desde La Habana.
En 2005, ya viviendo en Suiza como refugiada política, luego de más de dos meses investigando por internet, redacté «Cuba: sobredosis de abortos». Con ese título fue publicado en mi blog el 16 de mayo de 2007 y con el de «Herencias» apareció de nuevo el 20 de febrero de 2009. El texto sobre los abortos en Cuba (infanticidios le decía Biscet) fue el primero de dos homenajes personales que desde el exilio le dediqué a mi vecino de Lawton.
El otro homenaje fue el banner que hasta el 13 de marzo de 2011 mantuvimos en la columna derecha del blog Desde La Habana. Fue diseñado por Carlos Moreira, administrador del blog, y pedía LIBERTAD SIN DESTIERRO para Oscar Elías Biscet, como parte de la campaña que hice y de la cual quedaron, entre otros, dos posts que en este blog se pueden leer: Mensaje de Winnie Biscet y Campaña por la Libertad de Biscet.
En El Nuevo Herald, Ricardo González Alfonso se refirió a la rueda de prensa convocada por Biscet en su domicilio, el 28 de octubre de 1999. Dijo que después salió en bicicleta «a casa de una colega que vivía cerca». Esa colega era yo. Efectivamente, nuestro apartamento, donde hoy vive mi hijo Iván García Quintero, no sólo queda a pocas cuadras de la vivienda de Biscet, si no que Biscet muchas veces cuando se bajaba de la guagua, en la parada de la Plaza Roja situada en Carmen y 10 de Octubre, cogía por nuestra calle para acortar camino hacia su hogar.
Una tarde de 1998 estaba tendiendo ropa en la terraza, cuando veo que por la esquina dobla Biscet. Empiezo a llamarle: «Oscar Elías, Oscar Elías». Él miraba hacia los lados y le grito: «Soy yo, Tania». Miró hacia arriba y se detuvo. Vivíamos en un primer piso, bajé corriendo y en la acera le dije: «Por favor, Oscar Elías, cuídate y piensa bien lo que vas a hacer, mira que esta gente es capaz de cualquier cosa».
Sonrió y en tono calmado agradeció mi preocupación. Volví a hablar con él durante el ayuno de Tamarindo 94, en 1999. Después lo condenaron a tres años de prisión. Cuando salió, en 2002, conversó con Martha Beatriz Roque, René Gómez Manzano y Félix Bonne Carcassés, de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, en el apartamentico de Martha, en Santos Suárez. De ese encuentro vi las fotos que Martha me enseñó.
Ya para esa época, la maquinaria represiva había sido nuevamente engrasada. En diciembre de 2002, cuando Biscet iba a reunirse con un grupo de activistas, fue detenido junto a varios activistas, entre ellos, Orlando Zapata Tamayo. El resto es historia.
Tania Quintero
Foto: Biscet con su esposa, Elsa Morejón, poco después de su excarcelación, el viernes 11 de marzo de 2011.