Los cubanos se ríen de sus desgracias para no llorar. «Se busca un patrocinador» es trending topic en Cuba. Hay una ola de chistes y memes tras el anuncio del nuevo programa de parole aprobado por la administración Biden.
Escapar de la Isla es una larga historia de 64 años donde se entrelazan el dolor con fugas cinematográficas. La gente ha huido de la pobreza en rústicas balsas de caucho, escondidos en el tren de aterrizaje de un avión comercial o en una tabla de surf.
La creatividad es alucinante. En la década de 1960 un grupo de personas pretendieron emigrar en un submarino artesanal. Una noche, tres cadetes de una escuela militar entraron de furtivo a la pista del aeropuerto José Martí y se introdujeron en el tren de aterrizaje de un avión con destino a Londres. Fallecieron en el intento.
Una muchacha se introdujo en una caja de paquetería internacional para llegar a Miami. Y se hizo famosa la foto de un viejo camión Ford reconvertido en embarcación llegando a las costas de la Florida. Hasta a nado lo han probado.
Por largarse del socialismo con libreta de racionamiento y consignas absurdas como patria o muerte, cientos de compatriotas han secuestrado aviones de fumigar y la lanchas de Regla.
La dictadura casrista debiera preguntarse por qué miles de cubano arriesgan sus vidas para escapar del supuesto paraíso de obreros y campesinos.
Desde 1959 a la fecha el éxodo ronda los tres millones de personas. Y no se detiene. La opción preferida es Estados Unidos. Pero no la única. Con la Ley de la Memoria Histórica 120 mil cubanos obtuvieron la nacionalidad española.
Ahora, acogiéndose a la nueva Ley de Memoria Democrática, mucho más permisiva y que posibilita obtener la ciudadanía a los hijos o nietos nacidos fuera de España de padres, madres o abuelos exiliados, se calcula que más de 300 mil cubanos podrían presentar expedientes de nacionalización.
Cuando usted despliega un mapa mundial descubrirá que en Australia, Nueva Zelanda, Seychelles o en islas perdidas del Pacífico, residen cubanos. Un auténtico drama. Y la tragedia promete prolongarse.
Según partes de la guardia costera, la intercepción de balseros en la Florida se incrementó en un 60 por ciento en los meses de noviembre y diciembre de 2022. El nuevo parole aprobado por la Casa Blanca, que otorga 7,500 visas temporales a cubanos, es un arma de doble filo.
Yudiel, artista plástico, cree que “gracias a la nueva medida personas que como yo no tiene familia en Estados Unidos, puede al menos trabajar legalmente una temporada”. En la búsqueda de un patrocinador, Yudiel le ha enviado email a mecenas de arte afincados en Miami y Nueva York.
“Es una apuesta segura, me sufragan el viaje y la estancia un par de meses y yo ley devuelvo sus gastos con lucrativos intereses, obtenidos por dos vías: vendiendo mis lienzos y trabajando en la recogida de naranjas o en una factoría. Lo único que quiero es salir de este infierno. Si no me voy de Cuba me vuelvo loco”, dice en tono implorante.
Michel, abogado de un bufete habanero, piensa que con esta medida, «el gobierno de Estados Unidos gana en varios aspectos, porque de cierta forma regulariza una emigración que se le ha escapado de las manos, le permite seleccionar y escoger a las personas que les interesa y abre las puertas a quienes no tienen familias ni posibilidades de trabajar en Estados Unidos”.
“El gobierno y el modelo cubano es el gran perdedor. Se está yendo gente capacitada, profesionales, la mayoría jóvenes. El país se sigue desangrando. No veo cómo se va a revertir el desastre demográfico que genera una emigración masiva. Desde luego, las autoridades estadounidenses deben fiscalizar con lupa el nuevo programa, porque pueden surgir modos delictivos como la trata de personas y la prostitución, camuflados con la supuesta bondad de un patrocinador” , alerta el abogado.
Diana, una joven que actualmente reside en Texas y emigró hace cuatro años, cuenta que “la persona que me trajo a Estados Unidos me engañó. Mi error fue enamorarme, hasta nos casamos. Me prometió villas y castillas y luego me utilizó. Me explotó sexualmente. No podía salir de él. Para dejarlo tuve que huir y renunciar a todas mis cosas. Yo pude dejar ese mundo, pero muchos cubanos traen a las mujeres acá para explotarlas. Le pintan una película en su cabeza y cuando llegan a Estados Unidos la historia es totalmente diferente. Este es un país de oportunidades, lo que pasa es cuando sales de la Isla estás ciega debido a los muchos años de adoctrinamiento. Debio a la situación que ahora mismo hay en Cuba, algunos se aprovecham de esas desgracias”.
La escritora Ileana Álvarez, directora de la revista digital Alas Tensas, indica que “siempre ante medidas como ésta del parole, donde no se necesita ser un familiar allegado, los depredadores sexuales, proxenetas y los que controlan la trata sexual, pueden aprovecharse del deseo de emigrar de muchas jóvenes cubanas que buscan mayores horizontes para su vida”.
“Pienso que hay un riesgo tangible para nuestras mujeres en las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentran, sin educación ni alertas ante esos peligros y riesgos que subyacen en estas nuevas oportunidades de emigrar. No hay muchas estadísticas al respecto, pero durante años proxenetas de Estados Unidos, de origen cubano en su mayoría, han sometido a mujeres cubanas a condiciones de esclavitud, al obligarlas a pagar deudas con intereses, contraídas en el trayecto por Centroamérica, trabajando en la prostitución de manera obligada”.
“También se ha comprobado que algunos casos de feminicidios pudieran estar vinculados al hecho de que estas mujeres hayan querido denunciar o salirse de esas condiciones. Realmente existen esos riesgos. Hay que alertar a las jóvenes y a las instituciones pertinentes. Y denunciar con severidad en caso de que se verifique un caso de trata en este nuevo contexto”, subraya Ileana.
Yazmín, estudiante universitaria, reconoce que en su intento de conseguir un patrocinador que le costee un billete aéreo a Estados Unidos puede caer en las redes de los traficantes sexuales. Pero no le importa. “Prefiero correr ese riesgo. En Cuba muchas jóvenes se prostituyen para comer o por una visa y se casan con un viejo extranjero que puede ser tu abuelo. Hay muchas formas de prostitución. La que se vive en la isla es la peor. Tenemos que fingir lo que no somos. Marcharse de mi país encierra un montón de peligros que estoy dispuesta asumir”.
Personas desesperadas han abierto una página en Facebook, bautizada Patrocinadores EEUU, en la que pueden leerse mensajes como estos: “Hola, busco patrocinador para dos adultos, ambos profesionales, y un niño de cinco años. No tengo dinero, pero podría pagar con cuotas mensuales por el tiempo que dure el patrocinio. Somos personas responsables que buscan una ayuda de alguien que nos permita un cambio de vida. Ojalá esta publicación toque el corazón de alguien bondadoso”, escribió un mujer llamada Marlén Rodríguez.
Otros ofrecen sus casas, automóviles o trabajar en Estados Unidos para pagar el patrocinio. “Si el financista gasta diez mil dólares conmigo yo le devuelvo cincuenta mil. Por favor, sáquenme de este manicomio”, pidió Guillermo.
De momento, la obsesión nacional de muchos cubanos es encontrar un patrocinador que le financie su viaje al sueño americano.
Iván García
Foto: Cubanos atravesando un país centroamericano para llegar a la frontera de México con Estados Unidos. Tomada de Diario de Cuba.