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Cuba: Valores cívicos brillan por su ausencia

Cuba: Valores cívicos brillan por su ausencia

Dos horas antes de salir hacia el gimnasio, Reinier, 20 años, un mulato fornido con pinta de alero de la NBA, se prepara un batido de frutas y luego chatea por WhatsApp con su ‘novio’ que vive en Italia. El joven dejó la carrera universitaria para dedicarse a tiempo completo a la prostitución.

«Es más rentable. Intenté estudiar y pinguear, pero los estudios me ocupaban demasiado tiempo. Aguanté por la familia. Mis padres son conservadores y anticuados. No sabía cómo iban a reaccionar cuando supieran que su hijo, además de ser bisexual se dedica a jinetear. Pero la necesidad los hizo dejar los principios a un lado. La nevera está repleta de comida y no les falta nada”, cuenta Reinier.

Su novia sabe que él es pinguero. «No tengo escrúpulos. Me da igual que sea hombre o mujer, tenga 20 o 90 años. No me importa si el cliente es ateo, católico o musulmán. Mientras pague, todo está happy. Ella lo acepta. Le he propuesto que ‘luche’ (se prostituya), pero por ahora no quiere. Los planes futuros pasan porque mi jevo me saque de Cuba. Y cuando me instale en Italia, la reclamo”.

Reinier confiesa que en realidad se prostituye por una visa. “Claro, también por dinero y porque me gusta pasarlo bien en hoteles, comer en buenas paladares y conocer lugares chic. Pero mi meta final es largarme del país. Afuera pienso seguir pingueando. Aprovechar que ahora soy un mangote y ganar bastante plata. Quiero montar una discoteca con gogó o una escuela de baile”.

Sheila, madre de una niña de ocho año, recuerda que en algún momento de 2018 su esposo estuvo de acuerdo que jineteara. «Es buen padre y no me chulea. Simplemente la estábamos pasando mal. Cuadré con dos yumas que me mandan dinero. Y soy querida de un cubano que tiene un baro larguísimo. Cuando salgo pa’la lucha, mi marido se queda cuidando a la niña, cocinando y haciendo las cosas de la casa. A él no le falta nada. Le compré una cadena de oro, un par de Nike Air Jordan, un iPhone 12 y le doy dinero pa’ que juegue en el burle y se tome unas birras”.

Según Sheila, su modo de vida no afecta sus relaciones personales. “Vivo en Jesús María, un barrio que es super caliente y todo el mundo anda en bisnes por la izquierda, nadie me critica ni censura. Al contrario, las jineteras exitosas son un referente para las adolescentes. Muchas mujeres que son doctoras o ingenieras, alternan la putería con su profesión. Ya eso es normal”.

En Cuba la promiscuidad, la mala educación y las actitudes negativas han contribuido a minar la moral en un segmento amplio de ciudadanos.

Carlos, sociólogo, opina que las “penurias económicas se pueden superar en un lapso breve de tiempo. Pero la pérdida de valores va a demorar dos o tres generaciones en reconquistarse. Muchas familias aprueban que sus hijos se prostituyan o vendan drogas. Incluso hay padres que alientan esos patrones de conducta porque son el sostén financiero de la casa. La frontera de lo que se considera bien o mal es muy difusa».

«La mayoría de los cubanos cometemos ilegalidades para sobrevivir. Desde robar un paquete de papel en la oficina, acostarse con el jefe para obtener un viaje al exterior hasta consentir que nuestros hijos vivan al margen de la ley. La gente piensa que es legitimo robarle al Estado, pues lo culpan del caos y la escasez. Existe un pacto no escrito entre las instituciones del gobierno y la sociedad: si no te metes en política, te permiten determinadas ilegalidades. Por eso impera la simulación y el doble rasero. Ser director de una empresa, gerente de un hotel o tener un cargo político es un trofeo de caza, te sirve para vivir mejor», afirma el sociólogo y concluye:

«Como dice el chiste: la gente hace que trabaja y el gobierno hace que te paga. Es un convenio social tóxico que perpetúa el inoperante modelo económico y político. Por suerte, la ciudadanía ha ido tomando conciencia y reconoce que las cosas deben cambiar. Aunque el costo de expresarlo abiertamente es muy alto, porque todavía nos domina el miedo. La solución es emigrar o sobrevivir a cómo dé lugar en medio de la anarquía reinante. Encuentras personas que por tal de vivir un poco mejor, se enrolan en la vida militar, aceptan ser militante del partido o revenden paquetes de pollo y ropa importada, les da lo mismo. Esa pérdida de valores se refleja en la elevada corrupción. Cuba es un sálvese quien pueda”.

Actualmente es habitual ver cómo los padres golpean a sus hijos, hombres agreden a sus parejas, tipos se masturban en la vía pública, se habla gritando en todas partes, en las colas se suceden las broncas y nadie te responde los buenos días cuando saludas por la mañana.

Hilda, profesora de preuniversitario, asegura que le “preocupa mucho la falta de cortesía y civilidad que en estos momentos existe en nuestra sociedad. Las personas llegan a premiar actitudes delictivas y comportamientos ilegales. La banalidad campea por su respeto. Leer un libro o un poema es cosa de gente rara. Lo que se valora es cuánto dinero tienes, la ropa de marca que usas o el teléfono móvil de última generación que llevas. Muchos adolescentes no quieren estudiar en la universidad. Tienen de referente a sus padres, profesionales mal pagados que cuando se jubilan viven casi en la indigencia. Entonces optan por la vía más fácil y más rápida para ganar dinero. El problema moral no interesa”.

En los últimos diez años, ha habido un aumento de la violencia física y verbal en toda la isla. Los buenos modales brillan por su ausencia. Se bota la basura en la calle. Se orina en la vía pública. El idioma se ha desvirtuado hasta hacerse irreconocible. Y las groserías e insultos están de moda.

Probablemente no se desate un conflicto étnico como en Ruanda. Tal vez el país no acabe en un Estado fallido como Somalia. Pero el panorama actual de Cuba da miedo. Y mucho.

Iván García

Foto: Hombre orinando en un parque de Cienfuegos, provincia situada a unos 232 kilómetros al sureste de La Habana. Tomada de «Orinadores en la vía pública, irrespeto visible en las calles de Cienfuegos», artículo publicado el 24 de marzo de 2017 en el periódico 5 de Septiembre.

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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