Desde La Habana

CUBA: La guerra de los blogs

Cuando en abril del 2007 la filóloga cubana Yoani Sánchez, 35 años, abrió  su bitácora Generación Y, no podía imaginarse que cuatro años después, el gobierno de los Castro le decretaría una guerra en el ciberespacio. Un estado de sitio.

Sánchez no fue la primera en Cuba en tener un blog. Antes, varias personas en la isla hicieron bitácoras. Pero ha sido Generación Y el más universal de los blogs cubanos.

Con millones de visitantes mensuales y un racimo de premios en su vitrina, como el Ortega y Gasset de España y el Príncipe Claus de Holanda. Sánchez, quien en 2009 fue elegida entre las cien personalidades del año por la revista Time, se ha convertido en el tiro al blanco predilecto de las autoridades del patio.

Desde hace dos años, los servicios especiales de la isla han diseñado un gigantesco aluvión de propaganda en su contra. Un estudiante de la Universidad de Ciencias Informáticas señala que han capacitado equipos multidisciplinarios para sabotear el blog de Yoani e interrumpirle su cuenta en Twitter y Facebook.

Recientemente, han salido a la luz videos de oficiales de la contrainteligencia impartiendo cursillos acelerados para frenar el empuje de la blogosfera cubana. Para detener el avance de un puñado de blogueros alternativos bajo el paragua de Voces Cubanas, plataforma creada por Yoani en enero de 2009, el régimen utiliza una amplia colección de armas a su disposición. Desde los insultos hasta hackear el sitio.

El mes pasado, el gobierno de La Habana desbloqueó el portal de Voces, pero arreció su ofensiva mediática contra los blogueros no oficiales. En una oficina de ETECSA, la empresa de telecomunicaciones, se ha creado una especie de estado mayor dirigido por avezados periodistas y analistas de inteligencia, para tratar de contrarrestar el fenómeno blogger en Cuba.

A paso doble, el gobierno ha invitado a periodistas oficiales (y también a amigos en el exterior), a que abran blogs y páginas digitales en defensa de la revolución, en un intento por neutralizar a los blogueros alternativos. Una guerra virtual en pos de un mejor posicionamiento en la web.

En esa batalla ideológica en el ciberespacio, intelectuales cubanos leales a Fidel Castro ya utilizan nuevas herramientas como Twitter y otras redes sociales. Tienen la ventaja de contar con conexión a tiempo completo. Un periodista oficial que prefiere el anonimato, dijo que les están concediendo 80 horas mensuales de navegación por internet.

Todo un lujo en Cuba. En el otro bando, los blogueros sin mandato, tienen que pagar 9 dólares la hora por una tarjeta en un hotel o conformarse con un par de horas a la semana, gracias a alguna embajada occidental enclavada en La Habana.

El temor del gobierno es el incalculable poder que pueden alcanzar las nuevas tecnologías. Cuando miran hacia los  lados, observan que el papel jugado por internet y las redes sociales, ha sido clave en los últimos eventos sediciosos de Irán, Egipto, Túnez, Libia, Yemen y otros países árabes.

A pesar del control férreo de la información en Cuba, internet deja resquicios que han sabido aprovechar los blogueros alternativos. El gobierno lo considera un acto de beligerancia. Y arma su ofensiva. Ya se sabe qué cosa es una guerra. Según Clausewitz, es la prolongación de la política por otros medios.

Los hermanos Castro piensan parecido. Pero si ceden en su puja con los blogueros libres, sus manos dejan de estar atadas para poner en práctica métodos menos virtuales y más reales.

Es el caso de una próxima legislación, que pudiera contemplar sanciones penales a las personas que el régimen suponga estén usando las nuevas herramientas de la información para dañar el prestigio de la revolución y sus líderes. Todo parece indicar que sobre el aire de la república, este verano flotará un remedo de la Ley 88 o ley mordaza -aún vigente- y que en la primavera de 2003 sancionó a 75 opositores a largas penas de cárcel.

Orlando Luis Pardo, 37 años, escritor y fotógrafo, autor de dos bitácoras, mira perplejo el panorama. Algo huele mal, pero no cree que el régimen desate una razzia como la de 2003. “Sería brutal que comenzaran una oleada represiva contra los blogueros. Son otros tiempos. Pero así pensaban los periodistas independientes hace ocho años y mira lo que ocurrió”.

Otros blogueros tampoco ven con optimismo los rumores de una posible comercialización de internet para todos los ciudadanos en la isla. Piensan que será una internet super controlada. Una especie de ALBA.net dirigida a la propaganda política favorable a las naciones pertenecientes a la alianza bolivariana.

En la guerra de los blogs hay de todo. Desde filtraciones  -parecidas a las de wikileaks- por parte de instituciones gubernamentales, hasta una campaña feroz, donde no faltan ingredientes de propaganda blanca, negra y gris, al mejor estilo del espionaje de baja categoría.
Pero en esta batalla de ordenadores sin balas ni estruendo de obuses, el fuego de grueso calibre va dirigido contra Yoani Sánchez. La principal ciberdisidente, según los Castro.

Iván García

Dossier

Ciberguerra. Las razones de Cuba III. Batido de tornillo con delito internacional y mercenarios añadidos

Revelación de datos personales de Yoani Sánchez en la televisión castrista.

Razones ciudadanas. Detrás del batido de tornillos, el batido de tuercas.

Reacción de Yoani Sánchez (tomada de Diario de Cuba):

Tras la difusión del programa, la bloguera escribió en su Twitter: «Al borde del paroxismo, varios bloggers alternativos acabamos de ser atacados en la tele oficial ¡Hurraaaa!».

«¿Ahora cómo van a decir que a los bloggers alternativos no los conoce nadie?», añadió. «Salieron los rostros de http:/www.vocescubanas.com en la tele, acusados y satanizados Dime quién te denigra y te diré quien eres».

Sánchez recibió mensajes de apoyo de disidentes como Oscar Elías Biscet, Guillermo Fariñas, Dagoberto Valdés, Jorge Luis García Pérez (Antúnez) y René Gómez Manzano, entre otros. También de blogueros como Claudia Cadelo y Orlando Luis Pardo.

«¡Estoy tan feliz! Finalmente la blogosfera alternativa en la tele oficial, aunque sea para insultarnos», dijo Sánchez. «¡No saben lo que han hecho! ¡La caja de Pandora desfondada!».

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