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Cinco años más con Díaz-Canel

Cinco años más con Díaz-Canel

Si cualquiera de los 470 diputados del aburrido parlamento nacional hubiera realizado un recorrido por diferentes barrios del país el 18 de abril, el día antes de ratificar en el cargo al presidente de la ‘continuidad’, observarían los salideros de agua en las destrozadas calles, edificios en peligro de derrumbe y colas de varias cuadras para intentar comprar combustible.

Si esos delegados escucharan las quejas de jubilados como Lourdes, 66 años, quien desde la cinco de la mañana hace cola en una panadería de un barrio habanero, de primera mano percibirían el divorcio existente entre la narrativa del régimen y la realidad cotidiana.

Lourdes se pregunta si “esos que fueron elegidos para la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) no sufren las mismas carencias materiales que el resto de la ciudadania. No creo que a ellos el salario les alcance y puedan desayunar, almorzar y comer diariamente. Quisiera creer que esos diputados tienen padres o abuelos que se han partido el lomo trabajándole al Estado y lo que cobran por la chequera no les alcanza ni para comprar un cartón de huevos”.

“Si de verdad forman parte del pueblo, tienen que saber que la gente de a pie no le tiene el más mínimo respeto a Díaz-Canel y su tropa de barrigones que hablan mucho, pero no solucionan nada. Si esos delegados son elegidossolo para aplaudir y aprobar por unanimidad las propuestas gubernamentales, no me representan a mí ni al alto porcentaje de cubanos que cada vez vivimos peor”, apunta Lourdes.

Al sur de La Habana, en un servicentro situado en Santa Catalina, una avenida escoltada por añejos framboyanes, la cola para abastecerse de combustible es de seis cuadras a la redonda. “Y no están todos. Al llegar el camión cisterna aparecen cerca de 200 personas más que marcaron en la cola hace varios días”, dice Richard, taxista particular y dueño de un Chevrolet de 1957. Cuando se le pregunta qué opina de la X Legislatura de la ANPP y la ratificación en el cargo de presidente de Miguel Díaz-Canel responde que no tiene tiempo de ver debates que no resuelven nada.

«Los cubanos sabemos quién es el culpable del desastre. Díaz-Canel es como una pera de boxeo que recibe todos los golpes. Él es un subordinado, un elegido de la junta militar por lealtad y conveniencia. Un tipo que no manda ni en su casa. Pero es cómplice por conducir al país a un barranco. Para esa payasada de reelegir a los mismos, los diputados hubieran votado por internet desde sus casas y el país se hubiera ahorrado combustible. Debieran suspender tantas reuniones, recorridos y actos públicos, incluido el 1ro. de Mayo”, sugiere Richard.

Maritza, emprendedora privada, afirma que Díaz-Canel ha sido un desastre. «De largo es el peor presidente. Cuba nunca ha sido una democracia, pero en el tiempo que gobernó Fidel contaba con el apoyo de un sector importante de la sociedad, a pesar de sus innumerables disparates económicos. Raúl, que según se rumoraba era el más sanguinario, por necesidades económicas, introdujo reformas que luego por miedo las frenó. También negoció un trato con Obama y la condonación del 80 por ciento de la deuda financiera”.

Ella, como muchos cubanos, pensaron que la X Legislatura era un buen momento «para pasar de página, abrir la economía, ampliar el sector privado y desatar las fuerzas productivas. Pero al final pudo más el inmovilismo. Lo de Díaz-Canel es un drama. Tiene que cambiar el disco de querer culpar al bloqueo por todo lo que no funciona. No es autocrítico y tiene posee un aura negativa. Desde que está gobernando los cubanos no levantamos cabezas”.

Durante los primeros cinco años de su gestión, los indicadores claves de la economía han caído en picada. Las producción industrial, extracción de petróleo y níquel han descendido entre un 15 y 70 por ciento si lo comparamos con 2016. En la agricultura el desastre es evidente.

La economista Rafaela Cruz menciona en Diario de Cuba algunos ejemplos: “Los números más actualizados informan que en 2022, con respecto a 2018, se produjo un 29% menos viandas, 31% menos hortalizas, 35% menos arroz, 80% menos frijoles, 20% menos cítricos, 10% menos otras frutas, 31% menos papa, 26% menos maíz, 34% menos leche, 11% menos sacrificios de ganado vacuno, 57% menos ganado porcino y 23% menos huevos. Es decir, todas las más importantes producciones agropecuarias disminuyeron significativamente”.

Bajo el mandato de Díaz-Canel, el azúcar, otrora locomotora de la economía cubana, y cuya producción ya era exigua, se redujo un 50% en comparación con 2017. La actual zafra azucarera ha disminuido a niveles de producción de 1860, cuando la población de la isla era de dos millones de habitantes, los esclavos cortaban caña y no existía tecnología avanzada.

En la elaboración de alimentos continúan los números rojos. En la producción de harina, galletas, pan y confituras el descenso ronda el 60 por ciento o más. El poder adquisitivo del salario de los trabajadores se ha desplomado.

Cuando hace dos años comenzó la fracasada Tarea Ordenamiento, un fallido intento de reordenamiento monetario, el salario de Mildred, pediatra, era de 5,200 pesos, que entonces equivalía a 130 dólares en el mercado informal (el valor del dólar era de 40 pesos). «Pero actualmente ese salario, al cambio actual en el mercado negro, de un dólar por 185 pesos, equivale a 28 dólares. Y desde 2021 a la fecha, los precios de los alimentos, medicinas y otros bienes se han multiplicado por veinte”, indica Mildred.

En su discurso después de ser ratificado como gobernante, Díaz-Canel esbozó una realidad paralela que no existe. Elogió la ‘resistencia creativa’, que no es otra cosa que soportar estoicamente sin chistar penurias, hambre y apagones, y huérfano de éxitos se vanaglorió por la estrategia de su gobierno contra el Covid-19. Puro fake new. Algún día se abrirán los archivos del templete estatal y se conocerá exactamente el número de cubanos fallecidos durante la pandemia. Estimados de especialistas, tomando como referencia datos oficiales de fallecidos en 2021, calculan entre 55 mil y 62 mil los muertos, siete veces mayor que las cifras reportadas por el régimen.

Carla, empleada bancaria, considera “una falta de respeto a la memoria de los miles de cubanos fallecidos, alardear de esos supuestos éxitos. Perdí a mi madre y una hermana por el Covid por no disponer de oxígeno ni de medicamentos básicos en el hospital donde las atendieron. Hubo personas que murieron en sus casas esperando una ambulancia que nunca llegó. Antes de elogiar a las vacunas cubanas, aún no reconocidas por la OMS, debió pedir un minuto de silencio por los cubanos y ciudadanos de otras nacionalidades fallecidos en la Isla durante la pandemia. Es un hombre insensible”.

Cinco años después de su llegada al Palacio de la Revolución, en Cuba funcionan menos círculos infantiles, hay menos ómnibus de transporte público circulando en el país y adquirir productos de primera necesidad como leche en polvo o jabón de baño es una odisea.

En el quinquenio 2018-2023, el presupuesto destinado a educación, deporte y agricultura solo representó un 3,3 por ciento, mientras a las inversiones para construir hoteles de lujo, con una ocupación del 15 por ciento, se les asignó entre un 33 y 45% del PIB. Se gastó 16 veces más en la construcción de hoteles y centros turísticos que en salud pública.

En lo que Díaz-Canel sí ha sido efectivo es en reprimir. Hace dos décadas, Fidel Castro ordenó encarcelar a 75 opositores, entre ellos al poeta y periodista Raúl Rivero (1945-2021). Las democracias occidentales condenaron al régimen en foros internacionales.

El presidente nacido en 1960 en Placetas, municipio de la provincia Villa Clara, mantiene tras las rejas a 1,066 presos políticos, cifra reportada en marzo de 2023 por la ong Prisoners Defenders, que aclaraba que de los 1,066, 29 son menores de edad y al menos 120 son mujeres, incluyendo del género trans. Casi todos por manifestarse pacíficamente en las calles, un derecho que recoge la espuria Carta Magna, otros por disentir del régimen, como Lázaro Yuri Valle Roca, encarcelado desde el 15 de junio de 2021.

Si la oleada represiva de 2003 fue internacionalmente denunciada, hoy una parte del mundo libre mira hacia otro lado. Debido al incesante acoso y hostigamiento, más de 300 disidentes, activistas y periodistas se han visto obligados a emigrar en los últimos cinco años. Las autoridades impiden regresar a su patria a la periodista Karla Pérez y a las activistas Anamely Ramos y Omara Ruiz Urquiola.

Durante el mandato de Díaz-Canel se han aprobado normativas que coartan las libertades fundamentales proclamadas en la Declaración Universal de Derechos Humanos (Cuba fue uno de los 48 países que votó a favor de esa Declaración el 10 de diciembre de 1948 en París). Esas normativas son los Decretos-leyes No. 349/2018, No. 370/2019 y No.35 2021, que sancionan las críticas al régimen y a Díaz-Canel en las redes sociales. Y a partir del 1 de diciembre de 2022 entró en vigor un nuevo Código Penal, mucho más represor que el anterior.

Si hay una imagen que en estos cinco años ha quedado en la memoria ciudadana, es la de un nervioso Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez quien con una mascarilla blanca, camisa negra de mangas cortas y a su derecha una botella de agua mineral, el domingo 11 de julio de 2021 compareció ante las cámaras de televisión para ordenar el uso de la fuerza contra los ciudadanos que horas antes habían salido a gritar Libertad por decenas de localidades de la isla. Pero las amenazas no impidieron que en el periodo de 2018 a 2023, en todo el país se hayan sucedido miles de protestas en la vía pública ni que en las redes sociales aumentaran las críticasy burlas hacia Díaz-Canel.

Paralelamente, en este lustro han emigrado casi medio millón de cubanos, el 5 por ciento de la población, más de 340 mil en los últimos 18 meses.

Raisa, maestra de primaria, piensa que “Díaz-Canel no es el único culpable de tener a los cubanos pasando hambre y necesidades. Yo incluiría también a los dirigentes, funcionarios, periodistas, intelectuales y artistas oficiales. Es increíble que con la que está cayendo, no haya un cubano con los pantalones bien puesto o una cubana que le cante las cuarenta en esa puesta en escena que es la Asamblea Nacional del Poder Popular”.

¿Qué puede pasar en su último mandato? Algunos cubanos piensan que nos estamos acercando al final. Otros prefieren huir. “Porque esta gente (el régimen) tiene cuerda pa’ rato”, dice un joven con planes de emigrar. Si aceptamos como válidas ciertas doctrinas políticas, filosóficas o sobre la naturaleza humana, es probable que el castrismo se encuentre en su fase final. La sensación que se percibe en Cuba es que algo va a pasar.

Iván García

Ilustración de Alen Lauzán tomada de Hundir la Isla en el mar antes que perder el poder, artículo de Dimas Castellanos publicado en Diario de Cuba el 23 de abril de 2023.

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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