Home / Otros autores y fuentes / Carta desde la cárcel de Ramón A. Muñoz, esposo de Sonia Garro

Carta desde la cárcel de Ramón A. Muñoz, esposo de Sonia Garro

foto5

La Habana, Combinado del Este.- En el mes de marzo de 2012, con motivo de la llegada a Cuba del Papa Benedicto XVI, la policía política detuvo en su residencia a Sonia Garro Alfonso y a quien escribe, su esposo Ramón Alejandro Muñoz González.

Garro Alfonso es Dama de Blanco, y ellas querían reunirse con el Papa para que el Sumo Pontífice intercediera por la libertad de los presos políticos y solicitara al gobierno que todos los años, por indulto presidencial, presos comunes fueran liberados.

Entre otras cosas, con el fin de que el Papa no conociera sobre estas verdades, fue detenida violentamente en su residencia Sonia Garro, y sufrió un disparo en la pierna izquierda por un comando de 60 hombres armados, y aún se encuentra cumpliendo una injusta sanción en prisión, desde hace casi un año, acusada de ‘tentativa de asesinato’ al igual que el autor de esta carta.

Si una acción tan pacífica como ésa es considerada una tentativa de asesinato, entonces ¿cómo podemos catalogar los hechos terroristas del Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, que dejaron 38 muertos y 29 heridos? ¿O el asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, con la intención de ajusticiar al Presidente de la República?

¿Cómo podemos catalogar las bombas que los terroristas del Movimiento 26 de Julio ponían en los parques y otros lugares públicos que costó la vida a cientos de cubanos inocentes?

¿Cómo podemos catalogar las pandillas del Movimiento 26 de Julio que en sus residencias ajusticiaron a militares de la dictadura de Batista, en nombre del 26 de Julio?

Entonces, sólo resta por decirle al pueblo de Cuba esta verdad: Cubanos, hay tiranos otra vez, algún día habrá Libertad.

Desde el presidio político Pedro Luis Boitel, reportó el preso político Ramón Alejandro Muñoz González.

Foto: Forma parte de un grupo de 17 fotos que el 4 de noviembre de 2009, Sonia Garro Alfonso enviara a la periodista Tania Quintero, a modo de testimonio gráfico de las actividades realizadas por el Centro Cultural Independiente que ella y su esposo Ramón Alejandro Muñoz González, graduado de instructor de arte y ex profesor de danzas folclóricas, en su modesta vivienda en Ave. 47 No. 11638 entre 116 y 118, Marianao. Muchas de las actividades estaban dirigidas a niños y adolescentes de su barriada y alrededores. En la foto, Ramón Alejandro, con la ayuda de tres niños, entre ellos su hija Elaine, preparando ropa para un baile folclórico. En el correo que acompañaba esas fotos, Sonia escribió: «Estoy preparando un documental sobre la vida de los niños en los barrios marginales, sus testimonios y vivencias, la gran mayoría de estos niños son de mi raza. También estoy trabajando por el rescate de nuestras raíces afrocubanas».

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

2 comentarios

  1. William garro muñoz

    Estoy contigo en tu lucha y por las reivindicaciones del pueblo cubano y como peruano luchador social sociólogo y abogado cualquier apoyo solicita meló, saludos mi teléfono en Perú 999170464 – 992120760

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

x

Check Also

Los cien días de Díaz-Canel

Los cien días de Díaz-Canel

Tras alentar la salida de la isla hacia Estados Unidos en cualquier tipo de embarcación imaginable para aplacar los disturbios del verano caliente de 1994 que desembocaron en el llamado “Maleconazo” de La Habana, Fidel Castro ordenó de inmediato mejorar en lo posible la vida de los residentes del barrio de Cayo Hueso, en pleno Centro Habana, que habían engrosado por centenares las filas de las protestas populares, inéditas hasta entonces, contra su poder absoluto.