Ésa es la cantera que alimenta las campañas invernales del béisbol cubano. Los juveniles y cadetes juegan un torneo de 36 juegos en cuatro llaves. La pelota en la isla está diseñada por una pirámide en la cual, a partir de las categorías infantiles, los mejores talentos demuestran sus cualidades atléticas, pero no siempre en las mejores condiciones técnicas y con implementos deportivos de escasa calidad.
De esa pirámide salieron peloteros que hoy brillan en Grandes Ligas como Kendry Morales, Aroldis Chapman y Yoennis Céspedes. Los medios estatales apenas informan sobre el evento. Juegan casi en la clandestinidad. La fanaticada local suele tener ojo solamente hacia el béisbol de primer nivel en Cuba o esperan al mes de abril, cuando se inicia la Gran Carpa en Estados Unidos, para obtener información en disímiles sitios digitales o reseñas de la prensa estatal, que de un tiempo acá ha comenzado a brindar cobertura noticiosa sobre las Mayores.
Ya desde el lunes 4 de febrero, 36 peloteros se adiestran en el viejo Estadio del Cerro de cara al Clásico Mundial. Los jerarcas que rigen los destinos de la pelota cubana, el 16 de enero ya habían dado una lista de 28 jugadores.
Ahora, debido al bajo rendimiento de algunos y los buenos números de otros, se han añadido 8 peloteros a la selección que el 16 de febrero partía rumbo a una gira de preparación en China Taipéi y Japón, para aclimatarse y engrasar la maquinaria antes del Clásico. Recuerden que en esta edición, la temporada nacional sufrió cambios con vistas a aumentar el nivel cualitativo de la pelota. Que está de capa caída, debido a las constantes deserciones de jugadores estelares y malos métodos de preparación técnico-tácticos de los peloteros.
A ello súmese managers mediocres y desconocimientos bibliográficos sobre últimos avances de entrenamientos en el béisbol. De cualquier manera, a pesar de fuertes críticas por un sector de entendidos y la afición, el diseño de la nueva campaña, un todos contra todos a una vuelta con una subserie de tres juegos, fue reñida, emotiva y con un 68% de partidos que terminaban con diferencias de una, dos o tres carreras.
En un campeonato de juego chiquito ganan aquellos que mejor diseñen sus estrategias y sepan rotar su cuerpo de lanzadores. En esta primera etapa de 45 encuentros, para la próxima fase a iniciarse en los primeros días de abril, clasificaron 8 novenas. Sancti Spiritus, Cienfuegos, Industriales, Matanzas, Isla de la Juventud, Villa Clara, Ciego de Ávila y Pinar del Río. El domingo 10 de febrero, en un programa televisivo especial, los managers de los equipos que pasaron a la otra ronda eligieron 5 refuerzos de una bolsa de 124 jugadores de las ocho escuadras restantes que no clasificaron.
No es primera vez que en la isla los equipos se refuerzan con peloteros de otras provincias. Ya en 1995 y 1996, durante la llamada Copa Revolución, se tomaron refuerzos de otras novenas. Y se dio el inédito aso inédito de que el recio toletero espirituano Lourdes Gourriell, vistiera la casaca de Industriales.
Por el marcado regionalismo, esa nueva propuesta no es bien vista por muchos aficionados. Pero es real que los 5 refuerzos concentrarán una mayor calidad en esa fase. Además, no existe un equipo en la actual temporada que no tenga lagunas en algunos de los tres renglones de juego.
Mientras se espera por la reanudación de la próxima ronda, un análisis a vuela pluma nos dice que esta primera vuelta tuvo un balance y estadísticas cercanas a las mejores ligas del mundo. Adiós al bateo desaforado y los marcadores de polo acuático. Quizás se haya debido porque se jugó con una pelota de menos bote, como la Mizuno 200 y se comenzó aplicar la zona de strikes que se utiliza en eventos internacionales. Los encuentros fueron más cerrados y los lanzadores pudieron campear la feroz ofensiva típica del béisbol cubano.
Se bateó colectivamente para 267. Trece puntos menos que la pasada campaña. E inferior en 31 dígitos a la versión de 2010. El pitcheo mejoró a 3.64. Desde finales de los 90, jamás el pticheo general del torneo mostraba números por debajo de las cuatro carreras limpias por juego.
El fildeo sigue siendo una asignatura pendiente. Debido al mal estado de los terrenos y deficiencias técnicas de los jugadores al campo, la defensa es el peor renglón. Así y todo, mejoró. De 974 en 2011 a 975 en esta primera vuelta. Pero aún lejos del 980 mostrado por ligas de primer nivel.
Mientras llega el III Clásico, hay un compás de espera. Los fanáticos se aburren y a modo de antídoto, discuten a gritos en peñas informales o prestan atención a otros deportes. Con preferencia para la Champion Leaguer del fútbol europeo o la NBA de baloncesto en Estados Unidos.
Todavía por estos lares se sigue comentando la visita a Cuba del lanzador pinareño José Ariel Contreras y sus mesuradas declaraciones a medios foráneos. Pero como es ya costumbre, la prensa oficial no escribió una línea.
Iván García
Foto: Estadio Latinoamericano, La Habana. Tomada de 20minutos.es.