Desde La Habana

Béisbol: Cuba gana la Serie de Caribe

En poco más de 3 horas que duró el encuentro por el título entre Tomateros de Culiacán y Vegueros de Pinar del Río, Nivaldo, 54 años, vivió momentos de gran tensión.

“El partido final fue tremendo. Grité, me comí las uñas, reproché algunas estrategias del manager Alfonso Urquiola y salté como un loco cuando Héctor Mendoza con su ponche obtuvo la victoria. Es verdad que en esta novena faltaron algunos peloteros pinareños y otros tuvieron un papel secundario. Pero Cuba necesitaba un triunfo de esta magnitud para intentar abrirse un hueco nuevamente en el béisbol del Caribe”, señaló Nivaldo sentado en un sillón color caoba, mientras fumaba con parsimonia un tabaco torcido a mano.

Pasada las 4 y 30 de la tarde del domingo 8 de febrero Cuba era una pelota de béisbol. El rating televisivo fue espectacular. Donato y su familia pusieron el televisor en el patio y con una docena de cervezas y un litro de ron Santiago matizaron las incidencias del juego.

Cincuenta y cinco años después de que los Elefantes de Cienfuegos dirigidos por Tony Castaño obtuvieran el título en el invierno de 1960, un equipo cubano vuelve a conquistar la corona en el beisbol caribeño.

En las primeras 12 ediciones, entre 1949 y 1960, novenas de la liga profesional cubana ganaron en siete ocasiones. Luego llegó el barbudo Fidel Castro y derogó el deporte profesional en la Isla. Las Series del Caribe se interrumpieron hasta 1970, cuando sin la presencia de Cuba se reanudaron.

República Dominicana, la mayor potencia beisbolera del Caribe y entre las primeras del mundo, tejió su leyenda con 19 campeonatos. Muchos fanáticos cubanos aún hablan con una pizca de resentimiento tras el protagonismo beisbolero perdido por la Mayor de las Antillas.

“Fidel ha sido el gran culpable de que Cuba se haya rezagado en el mapa beisbolero. Éramos, después de Estados Unidos, la mayor potencia del planeta en el deporte de las bolas y los strikes. Ahora Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, Corea del Sur y Japón nos sacan claras ventajas. Retomar el lugar va ser difícil. Nos hemos quedado a la zaga en técnicas modernas sobre el aprendizaje y estrategias de juegos. Pero mantenemos la casta y jugamos una pelota caliente. Salimos al terreno a matar o morir”, índica Armando, entrenador de béisbol en categorías infantiles.

La Serie del Caribe que acaba de terminar en Puerto Rico provocó encendidas polémicas entre los especialistas y fans criollos. La decisión de asistir a San Juan con la crema y nata de nuestros jugadores no fue aprobada por un segmento de aficionados.

La estructura del béisbol cubano es diferente a otras ligas del Caribe, Asia o la MLB. En Cuba los clubes no son privados. Tampoco juegan peloteros de otras naciones. El 90% de los jugadores de cada novena son de la mismalocalidad. Todas las provincias están representadas en el campeonato nacional y en cada provincia hay una academia de beisbol y una escuela deportiva para pulir a los mejores talentos.

La afición cubana es demasiado regionalista. Por eso no pocos fanáticos abogaban porque los Vegueros de Pinar del Río asistieran con un mínimo de jugadores de refuerzo.

Por desconocimiento y falta de información -hasta el año pasado la prensanacional no reseñaba las ligas del Caribe y la MLB estaba censurada-, muchos todavían creen que el béisbol de la Isla es de vanguardia.

Los peloteros cubanos juegan todo el año como si fuesen profesionales, pero devengan salarios de obreros. El régimen verde olivo ha desplegado una oda épica con los triunfos olímpicos y mundiales de la selección.

Algunos peloteros jubilados sobreviven vendiendo aguacates o son alcohólicos incurables. Los bajos salarios es una de las claves para que más de 400 jugadores en los últimos 20 años hayan optado por marcharse de su patria. Más allá del tema económico, el béisbol cubano adolece de fallos notables en conceptos científicos y técnicos de vanguardia.

Según Armando, entrenador infantil, “los métodos de preparaciónestán desfasados. Apenas tenemos guantes, bates y pelota para el aprendizaje. No contamos con bibliografía actualizada. Tampoco acceso a internet para conocer las nuevas tendencias del béisbol moderno”.

En estadísticas, Cuba está años luz de la MLB. La mayoría de los DT del béisbol local desconocen el alcance de la sabermetría y no se le da un uso adecuado a los análisis estadísticos. Los preparadores de bateo y pitcheo no dominan los últimos avances en la materia. La estructura del bullpen en la pelota cubana es desastrosa y anticuada.

Todavía prevalecen conceptos de mediados de los años 50. Los relevistas, estabilizadores o cerradores, se utilizan de manera anárquica. Una muestra fue el equipo de Veguero. Mientras el resto de las selecciones tuvieron en su roster entre 13 y 15 lanzadores, la selección nacional camuflada con el uniforme de Pinar del Río llevó solo 9 pitchers.

El retroceso en el orden técnico no ha sido óbice para que Cuba siga siendo un semillero de peloteros. Aunque muchos jugadores llegan a Series Nacionales con lagunas en su formación, porque muchos preparadores cubanos hacen más hincapiés en el aspecto físico que en el técnico, las habilidades naturales propician la existencia de una cantera de jóvenes con notable talento.

La inserción de jugadores cubanos en ligas profesionales de Asia, en un futuro a corto plazo tal vez en Estados Unidos, va a provocar un repunte en la práctica del béisbol. Los salarios de seis ceros y el intercambio con otras ligas llevarán a miles de niños y jóvenes a los terrenos de béisbol.

Antes ser maestros, ingenieros o médicos, los niños de la Isla soñaban con ser peloteros de nivel. Si no daban la talla se dedicaban a otra cosa.

El triunfo de Vegueros en la Serie del Caribe puede ser un revulsivo para una generación de jóvenes entre 8 y 25 años que detestan el béisbol.

A la misma hora que comenzó el partido entre Tomateros de Culiacán y Vegueros de Pinar del Río, Josuán y varios amigos, a través de una antena ilegal por cable, estaban viendo el juego entre el Barcelona y el Atlético de Bilbao. Para ellos, Messi y Neymar son más importantes que Frederick Cepeda y Yulieski Gourriell.

Iván García

Foto: La selección cubana, conformada por jugadores de Vegueros de Pinar del Río, equipo ganador de la última Serie Nacional de Béisbol, arrancó dando tumbos y en pleno certamen dos peloteros desertaron. Pese a las adversidades, sacó pecho y le dio a Cuba su octavo campeonato en la historia de la Serie del Caribe, el primero desde 1960, al vencer a los Tomateros de Culiacán, de México, en la final disputada el domingo 8 de febrero. Tomada de Tiempo Extra, diario digital de la República Dominicana.

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