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“Cuba es el mejor lugar del mundo para grabar un disco”

Carlos Hernando, 35 años, en cada viaje a Cuba se trae algo nuevo. Y van por seis. Nunca viene de turista. En sus visitas anteriores, apenas aterrizaba el Airbus de Iberia en La Habana, se ponía el traje de campaña, cogía cámara de video y calentaba la pluma.

Escribió crónicas, artículos y reportajes para diferentes medios en España.  También realizó audiovisuales. Pocos de color. Y muchos sobre las duras condiciones del socialismo tropical instaurado hace 52 años por Fidel Castro.

Ha realizado el único cortometraje, hondo y humano, al disidente Guillermo Fariñas, premio Sajarov 2010. Lo recuerdo, cómo no, con los números de su cuenta bancaria tocando fondo, una tarde de agosto con un calor de infarto buscando primicias informativas.

Se ha tenido que adaptar, casi a la fuerza, a dormir en un colchón rígido, andar en una moto horrible que demora un cuarto de hora para arrancar y bañarse con un jarro y media tina de agua. Aquí sustituyó la tortilla de patatas mañanera por un café sin leche de desayuno y, de almuerzo, si acaso, un par de panes con croquetas de dudosa confección.

Es la versión de un corresponsal independiente del primer mundo. Casi siempre pagando de su bolsillo. Dos semanas antes del día de San Valentín, quizás huyendo del invierno acojonante de España, llegó de nuevo a su segunda casa con el propósito de hacer cine, y porque no, un disco de música.

Era su sueño. “Cuando tenía 15 años viví en Estados Unidos.  Residía cerca de los Montes Catskill, en el estado de Nueva York. Recuerdo que una tarde gris y en plena nevada, descubrí un viejo disco de vinilo casi perdido en un rincón de la casa. Desde los primeros acordes quedé prendado. Era el mítico Bob Dylan. El genio de Minnesota es el gran culpable de mi afición por la música”, cuenta Hernando durante un receso en la grabación de su primer disco.

A su regreso a España la música puso en peligro su carrera de periodismo en la Universidad de San Pablo Ceu. En las movidas nocturnas, guitarra a cuesta y compartiendo entre amigos un botella de vino, Carlos destacó en la nueva ola autoral de la Esapãna de los 90, con Ismael Serrano a la cabeza.

Por ese entonces ya había compuesto una treintena de canciones, actuó en salas de Madrid y grabó un par de maquetas que envió a las disqueras Ariola y Sony. Pero el mejor oficio del mundo, el periodismo, le  ganó el pulso a la música.

En sus años universitarios, Carlos era un progre a tiempo completo.  “En esa época aún sentía ilusión por la revolución cubana. Era joven y poco informado. Caí en las garras de la izquierda europea. Actualmente me considero un demócrata radical. Es mi única ideología”, confiesa Hernando.

El periodismo de barricada lo llevó a viajar a varios países, entre ellos a Israel en pleno conflicto bélico con Hizbolá. Ha trabajado en el diario El Mundo, Libertad Digital e Intereconomía.

“Nunca voy a renunciar al periodismo. Quizás esté redefiniendo mi vida. Vine con la intención de hacer un documental sobre los trovadores cubanos. Y pensé que podía aprovechar y grabar mi disco. Conocí a un tipo increíble, Ciro Díaz, quien tiene un estudio independiente y es un grandísimo productor. Alquilé el local con un presupuesto muy pequeño. Y entre los dos estamos produciendo este disco, que quedará finalizado para la primera quincena de abril”, apunta Carlos.

El título provisional es ‘Ahora tan joven’ y está compuesto por once temas. “Es un disco muy ecléctico. Fusiona once estilos diferentes, desde el pop, balada, son, rock y bossa nova. Han tomado parte 15 músicos muy talentosos. Creo que no hay mejor lugar del mundo para grabar un disco que Cuba, por el talento de sus músicos”.

Temas que tuvo guardado en una gaveta durante 15 años. “No pienso en grande. Si luego en Madrid puedo cantar en alguna sala o comercializar las copias, bienvenido. Pero este disco, ante todo, es una satisfacción personal”, acota Hernando antes de volver al estudio para grabar La guerra del abuelo, quizás uno de los números más impactantes, que da una visión particular de la desgarradora Guerra Civil española en 1936.

Este madrileño con un chorro de ideas y una voluntad a prueba de huracanes, ha dejado por un tiempo la cámara y su pluma para hacer pininos en la música. Aunque Carlos Hernando sabe que el periodismo es un fardo difícil de abandonar. Siempre vuelve.
Iván García

Nota.- Diez días después de esta entrevista, Carlos Hernando fue detenido en La Habana por agentes de la Seguridad del Estado. Como le acusan de ser ‘enemigo de la revolución’ no
podrá volver a Cuba hasta que llegue la democracia a la isla, algo todavía lejano. Aunque nunca se sabe. Dice un refrán que para morirse sólo hace falta estar vivo. Y para que un régimen totalitario llegue a su fin sólo necesita tener lo que hoy está teniendo en Cuba: miedo a perder el poder, descontento popular, corrupción generalizada y una insalvable crisis económica y moral, entre otras evidencias (Tania Quintero).

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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