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Venezuela: Perder el juicio

El opositor venezolano Leopoldo López es la víctima principal y quien sufrirá, en el plano privado junto a su familia, el rigor de la condena a casi 14 años que recibió el jueves por un tribunal que funcionó como una dependencia del Palacio de Miraflores. Él, que lleva un año y medio en la celda de una cárcel militar, ha regresado a ese infierno, la única dependencia que administra con eficacia Nicolás Maduro.

Pero esas sentencias desproporcionadas sobre delitos inventados por la policía política suelen tener otros destinatarios. Las utilizan los dictadores totalitarios y sus discípulos para meter miedo, amedrentar a los rebeldes y refrenar las disidencias.

En este caso, el afán de atemorizar a sus opositores con una larga estancia en un calabozo hacía una combinación perfecta con la idea de sacar a López de la calle y, de esa manera, impedir que el líder antichavista de más fuerza y reconocimiento en el país pueda encabezar una alianza de la diversa oposición venezolana para presentarse en los comicios parlamentarios anunciados para el 6 de diciembre.

Desde la óptica del Gobierno el sainete judicial ha sido un éxito. Neutralizó la presencia en las elecciones del coordinador nacional del partido Voluntad Popular, eliminó la posibilidad de una unidad sólida de los grupos opositores y esparció en la atmósfera venezolana una ración de temor a la policía que cierra el nudo con el que provocan los delincuentes armados.

Maduro y sus amigos esperaban la reacción internacional sobre el juicio. Sabían que las instituciones de derechos humanos, la Unión Europea y figuras de todos los ámbitos condenarían la función circense. Y esperaban también el silencio o la complicidad de los gobiernos vecinos, la solidaridad de sus compañeros de viaje y la cobardía o el oportunismo de otros personajes.

Para tratar de minimizar la respuesta interna el presidente de Venezuela confió en el control oficial de la mayoría de los medios venezolanos y con el anuncio del nombramiento de un general, con rango de ministro, como jefe de una llamada Misión Socialista para «restablecer la seguridad» en los punto fronterizos con Colombia.

Para Maduro el juicio contra López es una victoria que le permite otra satisfacción. Lo sacó de las dudas y las medianías. Al fin, pese a algunas debilidades pequeño burguesas, se le reconoce como jefe máximo de una dictadura. Aunque sea de facto.

Raúl Rivero
El Mundo, 13 de septiembre de 2015.

Foto: Leopoldo López y su esposa Lilian Tintori. Tomada de Ver TV Noticias.

Sobre admin

Periodista oficial primero (1974-94) e independiente a partir de 1995. Desde noviembre de 2003 vive en Lucerna, Suiza. Todos los días, a primera hora, lee la prensa online. No se pierde los telediarios ni las grandes coberturas informativas por TVE, CNN International y BBC World. Se mantiene al tanto de la actualidad suiza a través de Swissinfo, el canal SF-1 y la Radio Svizzera, que trasmite en italiano las 24 horas. Le gusta escuchar música cubana, brasileña y americana. Lo último leído han sido los dos libros de Barack Obama. Email: taniaquintero3@hotmail.com

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