Desde La Habana

Una canción para Fabiana

La conocí en febrero de 1961, en el tren que a decenas de jóvenes habaneros nos llevó hasta Yara, Manzanillo, para de ahí seguir a pie hasta Minas del Frío, Sierra Maestra, al tercer y último contingente de maestros voluntarios.

Durante tres meses convivimos en el mismo campamento, en La Magdalena. Dormíamos en hamacas, cerca una de otra. Las dos éramos mulatas. Ella, alta y corpulenta de Centro Habana, y yo delgada y de menor estatura, del Cerro.

Luego coincidimos en el mismo albergue, cuando estuvimos becadas, en el reparto Siboney, antiguo Country Club. Nos graduamos de maestras de adultos. Durante un tiempo dimos clases a campesinas y antiguas domésticas, luego nuestras vidas cogieron distintos caminos.

Yo me casé y tuve dos hijos. Ella se quedó soltera y no tuvo descendencia, por eso amó tanto a sus sobrinos y a los niños. Un buen día, en 1974, comencé a escribir como periodista. Para entonces, ella se había involucrado de lleno en lo suyo: cantar acompañada de una guitarra, escribir poemas, promover y conducir actividades culturales y fiestas infantiles.

Es una lástima que en internet se encuentre tan poco de una mujer que era feliz alegrando a otros. En Opus Habana, el 12 de mayo de 2005, anuncian: «La trovadora y poetisa Fabiana Valdés se presentará en un recital junto a sus invitados en el espacio Tropos, a las 5 de la tarde, en la Casa de la Poesía, en la calle Muralla, Habana Vieja».

No dice la fecha, pero en la web de la Biblioteca Municipal Tina Modotti, en la Zona 1 de Alamar,  anuncian que en la peña Alas de mariposa, para ese sábado, a las 11 de la mañana, además de diferentes manifestaciones artísticas y juegos tradicionales, los niños y adolescentes tendrán «como anfitriona y conductora  a la multifacética intelectual Fabiana Valdés», quien le imprimirá un sello distintivo al encuentro.

En el blog Miniatura & Soterranía, en un post del 13 de octubre de 2008, encontré un poema suyo, sin título, escrito en 1994:

Revuélcame el minuet,

inténtalo

tómalo con espineta de plumas

bébelo tú

ávida

de llevar miriñaques

barrocos por demás.

Sonríe,

yo me escondo,

viene Mozart.

De esa misma época debe haber sido la actuación de Elena Burke y su hija Malena, interpretando Usted, del compositor mexicano Gabriel Ruiz, acompañadas al piano por Enriqueta Almanza.

La Señora Sentimiento, como en Cuba era conocida Elena, fue la cantante favorita de mi amiga Fabiana Valdés, quien falleció en La Habana el pasado 17 de junio, a consecuencia de un cáncer de colon. Lo supe por su hermana Zenaida, que vive en Tampa. De haberme enterado a tiempo, me hubiera gustado que mi hijo o mi nuera, residentes en La Habana, le hubieran enviado unas flores a mi nombre.

Cuando se pasa de los 60, es muy duro ver partir a familiares y amigos. Hasta el día que nosotros también partimos. Es la vida.

Tania Quintero

Salir de la versión móvil