Desde La Habana

Reina Luisa y sus declaraciones en Washington

Entre los cubanos de afuera y de adentro, ha resultado polémica la petición que en Washington hizo Reina Luisa Tamayo, la madre de Orlando Zapata. En su visita a la capital de Estados Unidos, ella pidió que se mantenga el embargo y se le aprieten las tuercas a los Castro.

Casualmente, en este blog, acaba de ser publicado un post titulado ¿A quien beneficia el embargo de Estados Unidos contra Cuba? El autor, Iván García, cuestiona la inutilidad del embargo estadounidense, que ya cumplió medio siglo. Al final, afirma que el embargo sólo beneficia a Fidel y Raúl Castro, a nadie más.

A mí también me parece que el embargo ha sido inoperante, y como dice Iván, tiene más agujeros que un queso gruyere.

Los americanos, pese a pertenecer a la nación más desarrollada del mundo, tienen un gran defecto: tropezar una y otra vez con una misma piedra. Si algo he comprobado en los ocho años que llevo viviendo en Suiza como refugiada política es que los suizos difícilmente tropiecen dos veces con un mismo obstáculo.

Pero los americanos no. Llevan cinco décadas insistiendo con el embargo -sobre todo ese poderoso lobby cubanoamericano, que le mete el pie a cualquier presidente, sea republicano o demócrata- aunque cosechen fracasos. Baste mencionar uno: los Castro siguen ahí, inamovibles. Ya tienen 80 y 85 años, y en el poder se morirán. Y cuando estiren la pata, se quedarán sus hijos, nietos, sobrinos y otros parientes.

Todo lo tienen bien amarrado. Sus sucesores le darán un barniz de pintura «democrática y plural» a la isla. Legalizarán partidos y  grupos que se ajusten a sus reglas de juego, entre ellos varios conformados por ‘disidentes’.

Hagan el cambalache que hagan, siempre habrá una verdadera oposición. Como la que le hizo Reina Luisa Tamayo hasta su salida del país, el 9 de junio de 2011. Y como la que siguen haciendo Jorge Luis García Pérez, más conocido por Antúnez, Caridad Caballero Batista y Sonia Garro Alfonso y su esposo, Ramón Alejandro Muñoz, entre otros opositores. Puede estarse de acuerdo o no con sus ideas y métodos, pero no se puede dejar de reconocer que son cojonudos.

No recuerdo haber escuchado a Reina Luisa en Cuba pronunciarse a favor o en contra el embargo. Pero tiene todo el derecho del mundo a decir en cualquier tribuna lo que estime conveniente. Que en Washington haya dicho que es partidaria del embargo no disminuye su valor.

El mismo respeto que pido para Reina Luisa Tamayo Danger, lo pido para quienes opinan que el embargo es un trasto obsoleto de la Guerra Fría con un gran beneficiario: los Castro.

Tania Quintero

Nota.- Un día después de las palabras de Reina Luisa en Washington, en el tren de aterrizaje de un avión de Iberia, en Madrid, era encontrado muerto el cuerpo de un joven cubano. No es el primer caso.

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