Desde La Habana

“Me da igual el futuro de Cuba”

“Me da igual el futuro de Cuba”

Postal conmemorativa del día que se proclamó la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902. Tomada de Meisterdrucke

El 20 de mayo de 1902 amaneció soleado en La Habana. A las 12 y 8 minutos, el Generalísimo Máximo Gómez izaba la bandera cubana en la azotea del viejo Palacio de los Capitanes Generales, convertido en Palacio Presidencial. Mientras, las campanas de las iglesias repicaban en toda la isla. Entre los testigos del día que quedó instaurada la República se encontraban el presidente electo Tomás Estrada Palma, varios generales del Ejército Libertador y el interventor estadounidense Leonardo Wood.

Fue un camino largo y sinuoso. Más de treinta años de luchas, conspiraciones y toque a degüello machete en mano en la manigua insurrecta. Pasaron muchas cosas. Traiciones, rencillas internas entre algunos independentistas cubanos y la muerte de grandes próceres como Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo y José Martí.

Sesenta y dos años de dictadura verde olivo han desdibujado la historia patria. Según la narrativa oficial, enseñada en las escuelas cubanas, los mambises estaban ganando la guerra contra el colonialismo español en 1898 cuando Estados Unidos decide intervenir y, tras una batalla naval en la bahía de Santiago de Cuba contra la flota del almirante Pascual Cervera, usurpan la victoria de los insurgentes. Luego España y Estados Unidos pactaron en París un acuerdo de paz sin la participación de los independentistas cubanos. La injerencia yanqui quedó plasmada en la Enmienda Platt. Por tanto el 20 de mayo, fecha en que se fundó la ‘seudo república’, no hay nada que celebrar. Fin de la historia contada por los manuales castristas.

La república quedó reducida a una estampa en blanco y negro. Sin matices. Como aquellos viejos filmes del oeste, donde solo existen malos y buenos. Pregúntele a cualquier joven cubano su opinión sobre la etapa republicana. A pocas cuadras donde se izó la bandera cubana hace 119 años, en el bar Two Brothers, a tiro de piedra de la bahía habanera, Miguel Antonio, dependiente, se abanica aburrido con un trozo de cartón.

“¿Tú sabes el día que se fundó la República de Cuba?”, le pregunto. Abre los ojos y después de una pausa responde: “Eso se lo sabe hasta un niño, el 1 de enero de 1959, men”. Cuando le digo que está en un error, que la república se instauró el 20 de mayo de 1902, me corrige. “Na, asere, esa fecha la cambiaron hace un burujón de años. ¿Tú no lo diste en la escuela? Eso fue la república mediatizada. Pa’esta gente (el régimen) esa fecha no cuenta”.

Dylan y Josuán, de 19 y 23 años, son vecinos de la Habana Vieja. Están sentados en el muro que delimita la bahía, intentando pescar algo. Ninguno de los dos saben ni les importa el 20 de mayo, día de la independencia nacional. “Estamos en la corrida y hemos pescado parguitos y rabirrubias. Una parte la vendemos y la otra la llevamos pa’ jamar en el gao. Hace rato dejé los estudios. Ni me acuerdo ni me interesa nada de eso. Puro, la jugada está apretada. Todos los días hay que salir pal’ fuego a buscar un baro. Mi plan es empatarme con una yuma y pirarme de esta mierda”, confiesa Josuán.

Relativamente cerca de donde se fundó la república, en la calle Damas 955, en la barriada de San Isidro, vive Luis Manuel Otero Alcántara, artista visual que desde el domingo 2 de mayo está retenido en contra de su voluntad en una sala del hospital Calixto García. No muy lejos, a la entrada de una cuartería en la calle Picota, tres muchachos hablan de fútbol. Uno de ellos, alumno de gastronomía y turismo, cuenta que en «la escuela nos hablaron horrores del 20 de mayo. Pa’los dirigentes la historia comenzó en enero de 1959. Todo lo que pasó antes era malo. Y me da igual si el futuro de Cuba es una república democrática o una monarquía militar, mi meta es ir ‘bajanda’ de este infierno”.

Muchos jóvenes cubanos desconocen sobre la efemérides del 20 de mayo. Yaidel, enfermero de 28 años, asegura que «solo a las personas mayores y a los amantes de la historia les interesa ese tema. Aunque para ser sincero, mis abuelos me contaban que antes de la llegada de los barbudos, los 20 de mayo todo el pueblo salía a festejarlo en las calles. Pero llegó el comandante y mandó a parar”.

Tania Quintero Antúnez, nacida en 1942 y quien durante veinte años fuera periodista oficial y a partir de 1995 se convirtió en periodista independiente, explica que lo que diferenciaba al 20 de Mayo de otras efemérides y actividades, era que se trataba de una jornada patriótico-festiva. «Además de actos y desfiles, se realizaban verbenas, retretas (conciertos) al aire libre y bailes populares, en clubes, sociedades o los Jardines de la Tropical. Ese día, la gente procuraba estrenarse una muda de ropa y un par de zapatos. Como el 20 de Mayo era feriado nacional, yo iba con mis padres a visitar a mi abuela paterna que vivía en Luyanó. La guagua que cogíamos eran las rutas 5 o la 10 que paraban en la Esquina de Tejas, a dos cuadras de la casa, y nos dejaba en la parada siguiente del hospital materno-infantil Hijas de Galicia». Quintero sigue narrando sus recuerdos de los años 1948 a 1958:

«Regresábamos temprano en la tarde, lo que me permitía con amiguitas de la cuadra, dar una vuelta a la manzana o ir un rato al Parque La Normal, nombrado así porque quedaba frente a la Escuela Normal de Maestros de La Habana, en San Joaquín entre Pedroso y Amenidad, Cerro. Antes o después, para curiosear, pasábamos por la Sociedad del Pilar, en Estévez y San Gregorio. Los 20 de Mayo y los 12 de Octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, patrona de nuestro barrio, en la Sociedad había fiestas y bailes. De los 20 de Mayo, lo que más grabado se me ha quedado es la imagen de las banderas que se colgaban en puertas, ventanas, balcones o terrazas. Más grandes o más pequeñas, más gastadas por el tiempo o acabadas de comprar, la enseña nacional no podía faltar en la conmemoración de cada nuevo aniversario de la proclamación de Cuba como República. En el Parque Central, el Parque Maceo y el Anfiteatro de la Avenida del Puerto, bandas de música, municipales o de la policía, ofrecían retretas. Eran gratuitas y asistían muchísimas personas, de todas las razas y clases sociales. Y todas bien vestidas, baste ver las fotos de aquella época».

Es precisamente en el periodismo independiente y la disidencia donde se valora la importancia del 20 de mayo. Leonardo, abogado disidente, reconoce que antes de “ser opositor al gobierno, minimizaba el día de independencia. Hemos recibido una educación altamente ideologizada. En un viaje a Miami vi cómo los cubanos, de la primera y segunda oleada migratoria, celebraban el 20 de mayo. Fuera de mi país noto un respeto y devoción, por ejemplo, por la figura de José Martí que no existe en Cuba, porque como lo han usado en campañas políticas a muchos aquí el Apóstol le genera antipatía”.

Para Rolando Rodríguez Lobaina, director de Palenque Visión, “hablar de una república democrática una vez terminada la dictadura comunista, siempre será un tema complicado. En mi criterio, reconstruir materialmente la nación va ser rápido. Pero desde el punto de vista politico, histórico y moral vamos a tener desaciertos. Porque primero tenemos que hablar de la composición de los que van a fundar la nueva república. Es cierto que entre los cubanos de afuera y de adentro sobran personas preparadas. Se ha demostrado que no solo hay muchos cubanos que destacan como emprendedores, también en la política, las leyes y desde luego están muy capacitados para reconstruir la nación”, afirma y añade:

“El tema esencial es cuál será la ruta, cómo encaminar un país que en 62 años ha estado marcado por una tendencia de izquierda extrema. Por tanto este pueblo, de una manera u otra, ha sido educado y se le ha impuesto una doctrina política de izquierda. Aunque existan diversos partidos en el futuro, hay que estar de acuerdo que la plataforma social que surgirá estará basado en los principios, cuando menos, del centro izquierda. Por esa misma formación, de autoritarismo, es difícil poder entender la tolerancia que es uno de los graves problemas que habrá en el futuro. Hay que educar a las nuevas generaciones y a la sociedad en general para permitir, respetar y tolerar las opiniones diferentes. Yo no dudo que en el futuro Cuba sea económicamente próspera. Pero en los primeros años de una futura república quizás tendremos unos cuantos desaciertos políticos. Ha sucedido en los antiguos países comunistas. Y en nuestro caso, el castrismo ha dejado un país en ruinas en todos los sentidos”.

Mientras en Estados Unidos los exiliados cubanos festejan el 20 de mayo, en un segmento amplio de jóvenes en Cuba prevalece la indiferencia y el desconocimiento de la historia real y objetiva. El día que se fundó la república sigue siendo una fecha ignorada en la Isla.

Iván García

Foto: Postal conmemorativa del día que se proclamó la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902. Tomada de Meisterdrucke.

Salir de la versión móvil