Indudablemente los efectos de la violencia verbal y los golpes del 24 de septiembre han sido una de las causas.
Se avecinan malos tiempos para Raúl Castro. Me cuesta creer que las hordas de energúmenos que aquel día a ella y las Damas de Blanco gritaban «al machete que son pocas» o «apunten, preparen, fuego», se sientan complacidos. ¡Qué triste papel! Me pregunto si a partir de ahora tendrán su conciencia tranquila.
Laura Pollán fue una mujer de la tercera edad que puso su pellejo e integridad para demostrar sus verdades.
Si Orlando Zapata fue un motor que impulsó a los opositores a protestar a camisa quitada, Laura tuvo un gran poder de convocatoria. Su mérito indudable fue salir a la calle y gritar por la libertad de los suyos y su pueblo. ¡Que Dios la bendiga!
Iván García