Desde La Habana

Las dejan caminar en la capital, pero las acosan en otras provincias

Las Damas de Blanco, familiares de 75 disidentes encarcelados en 2003, denunciaron que algunas de sus miembros que residen en otros puntos del país fuera de La Habana, han sido maltratadas y se les ha impedido realizar marchas pacíficas como las que ellas realizan en la capital los domingos.

En declaraciones a medios internacionales tras la caminata del domingo 30 de mayo por la Quinta Avenida de Miramar, Laura Pollán, líder del colectivo, señaló que «en el interior (de la isla) no están respetando» a las Damas de Blanco.

En su opinión, en La Habana ahora «hay respeto» a las Damas porque «está la prensa, las máximas autoridades de la Iglesia católica, la Nunciatura, las embajadas», pero denunció que «lamentablemente» están agrediendo a miembros del grupo en otras provincias del país.

Pollán se refirió concretamente al caso de Reina Luisa Tamayo, la madre del preso político Orlando Zapata Tamayo, fallecido el 23 de febrero tras 85 días en huelga de hambre.

En conversación telefónica con EFE desde Banes, la localidad donde reside, en Holguín, Reina Luisa aseguró que ella y varias acompañantes han sido «asediadas, repudiadas» por grupos progubernamentales que les impidieron salir de su casa y asistir a la iglesia este domingo.

«Somos repudiadas, nos impiden ir a la iglesia, nos hacen un cerco cuando vamos a salir de mi casa, es una multitud que no nos deja salir, nos ofenden con malas palabras», denunció la madre de Zapata.

Por otra parte, Laura Pollán reiteró que no tienen conocimiento de ningún «movimiento» realizado por el Gobierno cubano con los presos políticos. «Quizá para la próxima semana, cuando esté más próxima la llegada del canciller del Vaticano (Dominique Mamberti), pero hasta ahora todo es igual», agregó.

La reunión del 19 de mayo entre el presidente Raúl Castro y la jerarquía de la Iglesia Católica cubana ha suscitado expectativas sobre posibles liberaciones de presos políticos y el ingreso en hospitales de los más enfermos o el traslado de otros a prisiones cercanas a sus lugares de residencia.

Pero once días después de ese encuentro, la disidencia interna cubana sigue a la espera de que se produzcan medidas en ese sentido.

EFE/La Habana

Foto: Carlos Serpa Maceira

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