Desde La Habana

La fábrica de bustos de Martí

Cuba - La fábrica de bustos de Martí

Cuba - La fábrica de bustos de Martí

Ningún poeta está más olvidado en Cuba que José Martí. Las nuevas generaciones no conocen sus poemas de amor, las aventuras de su vida privada, las angustias de sus exilios, abandonos y despedidas.

No se publica su correspondencia, siempre cálida, certera y directa, ni se sabe de su trabajo como corresponsal y columnista. Cuando se toca uno de esos temas es de manera superficial, como para darle un breve toque humano a una figura convertida en el centro de la propaganda comunista.

Los servidores de los medios oficiales y los pícaros que controlan la química del panfleto tienen el celo de recordar al poeta habanero sólo en su papel de luchador a favor de la independencia de Cuba y de presentarlo a los lectores cautivos de la isla como un precursor del castrismo. En ese extremo se suele presentar al poeta de los Versos sencillos como autor intelectual del asalto al cuartel Moncada de Santiago, encabezado por Fidel Castro en el verano de 1953, justo cuando el bardo habanero iba para 100 años.

Siempre recuerdo la expresión de un desorientado huésped extranjero de visita en La Habana, quien al ver estatuas de José Martí lo mismo en la cocina de un comedor que en los parques, preguntó en voz alta: «¿Quién es el Martí este, otro de esos amigotes de Fidel Castro?».

Sí. Eso es lo que quieren, que los asocien y que el hombre que pasaba hambre para liberar a su pueblo, el que entró a la muerte en una escaramuza al galope en un caballo blanco, quede en la memoria de propios y extraños como antecesor del hombre que ha dejado su país con hambre y sin libertad.

Ahora mismo, en una zona del oriente cubano, hay unos tipos que hacen decenas de bustos de José Martí para dejarlo petrificado en los rincones de las aulas o de las pizzerías.

El poeta José Julián Martí Pérez, hijo de valenciano y de canaria, acaba de cumplir 163 años. Él escribió estos versos: Rosario,/ En ti pensaba, en tus cabellos/ Que el mundo de la sombra envidiaría/ Y puse un punto de mi vida en ellos/ Y quise yo soñar que tú eras mía.

Raúl Rivero
El Mundo, 2 de febrero de 2016.

Foto: Tomada del periódico Trabajadores.

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