Desde La Habana

Jimmy Carter: Goodbye, Havana!

James Earl Carter, de 86 años, quien de 1977 a 1981 fuera presidente de los Estados Unidos, acaba de finalizar su segunda visita a La Habana. Y probablemente la última, por su edad. En las dos ocasiones viajó a la isla acompañado de su esposa, Rosalyn Carter.

La primera vez permaneció cinco días, del 12 al 17 de mayo de 2002 y casi todo el tiempo estuvo acompañado por Fidel Castro. Ahora sólo tres días, del lunes 28 al miércoles 30 de marzo de 2011. En las dos ocasiones hizo un hueco en la agenda para reunirse con representantes de la disidencia interna.

En el 2002, dedicó tres horas para hablar con 23 opositores, entre los que se encontraban Oswaldo Payá Sardiñas, Martha Beatriz Roque Cabello, Vladimiro Roca Antúnez, René Gómez Manzano, Félix Bonne Carcassés, Elizardo Sánchez Santacruz y el periodista independiente Raúl Rivero Castañeda.

Aunque de todos era conocido que en su Georgia natal, Carter se había dedicado al cultivo de cacahuetes, a ningún opositor se le ocurrió obsequiarle maní, crudo o tostado, salado o azucarado. Tampoco una artesanía elaborada con granos de maní o un disco con Rita Montaner o Bola de Nieve cantando El Manisero.

Nueve años después, en su encuentro con un número similar de disidentes, entre ellos varios expresos políticos, damas de blanco y blogueros (entonces no existían ni las damas ni los blogueros) a alguien se le ocurrió regalarle una caja con cucuruchos y turrones de maní, un obsequio bastante naif y poco creativo. Mejor le hubieran dado un album con fotos de los vendedores de maní que deambulan por la ciudad, casi todos viejos y pobres.

Cacahuetes aparte, en este segundo viaje se entrevistó con el general-presidente Raúl Castro. El mismo día de su llegada, estuvo en el Patronato de la Comunidad Hebrea y el Arzobispado de La Habana. Al día siguiente, acompañado de Eusebio Leal,  Historiador de la Ciudad, recorrió el Convento de Nuestra Señora de Belén, donde a diario acuden unos 1,500 ancianos residentes en la Habana Vieja.

Carter pudo reunirse con Alan Gross, de 61 años, contratista estadounidense condenado en Cuba a 15 años de prisión por delitos contra la seguridad del Estado. «Un hombre que a mi juicio es inocente, creo que debe ser liberado porque es inocente de un delito serio», declaró Carter en una conferencia de prensa.

El ex presidente dijo esperar la posibilidad «de un indulto o una liberación por motivos humanitarios, Hay un proceso de apelación y espero que los jueces declaren que es inocente», dijo Carter, quien añadió que su compatriota «ha perdido varios kilos de peso, pero parece estar de buen ánimo».

Antes, se había encontrado con Fidel Castro. Al momento de redactar esta información no habían trascendido detalles de lo conversado ni se habían publicado fotos.

Tania Quintero

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