Los primeros siete presos excarcelados y deportados por el gobierno cubano a su llegada al aeropuerto de Madrid, en la tarde del martes 13 de julio, aseguraron que su viaje a España es el inicio de una nueva etapa en la lucha por Cuba y dijeron que «no se sienten manipulados».
Ricardo González Alfonso, que habló ante los periodistas en nombre de sus compañeros, afirmó que el exilio es «una prolongación de la lucha». Tras recordar a los que continúan encarcelados, están hospitalizados o han perdido la vida, reiteró su fe en que el cambio es inevitable.
El periodista independiente Julio César Gálvez leyó un breve comunicado en nombre del grupo.
Estos ex presos políticos cubanos forman parte de un total de 52 opositores que el régimen se comprometió a liberar recientemente con la mediación del gobierno español y la Iglesia católica.
Pablo Pacheco Ávila, José Luis García Paneque, Léster González Pentón, Antonio Villarreal Acosta, Julio César Gálvez Rodríguez y Omar Ruiz Hernández, llegaron con 33 familiares en un vuelo regular de Air Europa.
El séptimo, Ricardo González, periodista, 60 años, corresponsal de Reporteros sin Fronteras, llegó poco después, en un vuelo de Iberia. Los siete se disponían a ofrecer una rueda de prensa en el aeropuerto.
La primera noche dormirán en un hotel y todos no se quedarán a vivir en Madrid, explicó una fuente del ministerio español de Asuntos Exteriores. Un grupo viajaría a Málaga, en el sur de España, y otros, en cuanto les sea posible, viajarían a Estados Unidos, donde tienen familiares.
Las autoridades españolas proporcionarán «apoyo logístico» en un primer momento a las familias a través de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y de la Cruz Roja, explicó el lunes el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
Varios disidentes cubanos residentes en España criticaron el no poderse reunir con los recién llegados en el aeropuerto, ya que éstos acudirán a la sala de autoridades, según anunció la cancillería española.
«Han venido desde Cuba como si fueran criminales de guerra», criticó Blanca Reyes, responsable de las Damas de Blanco en Europa y esposa del escritor cubano exiliado Raúl Rivero.
«Quiero denunciar que España está actuando en contubernio con el gobierno cubano, nos están negando la posiblidad de verles y de compartir con ellos», ya que los van a sacar del aeropuerto por medio diplomático o protocolar al cual no tenemos acceso nosotros y no nos van a dejar hablar, algo quieren esconder», lamentó el ex preso político y periodista exiliado en España Alejandro González Raga.
«Es triste que esto esté pasando en un país democrático. Ya su libertad en Cuba era violada y llegan a España y sigue siendo violada su libertad. No sé si es que tendrán miedo de algo», comentó Raga, que forma parte del grupo de cuatro presos políticos que llegó a España en 2008.
Este primer grupo forma parte de unos 20 presos políticos que emigrarán a España esta semana, según la iglesia católica cubana, aunque no se descarta que sean más, pues España dijo estar dispuesta a acoger a los 52 excarcelados. Otros países también se mostraron dispuestos a recibirlos.
Hasta la fecha, por lo menos siete prisioneros políticos no han aceptado irse de la isla, como Oscar Elías Biscet, Arnaldo Ramos Lauzurique y Pedro Argüelles Morán. Fuentes del periodismo independiente en La Habana consideran que la cifra pudiera rondar la veintena.
La iglesia ha aclarado que los excarcelados, al no salir con el status de refugiados políticos, si no como «inmigrantes», podrán volver a Cuba cuando lo deseen, ellos y sus familias, y no perderán sus propiedades en la isla.
Foto AFP y texto de agencias.