Desde La Habana

Felicidades, Orlando!

El 15 de mayo, Orlando Zapata Tamayo hubiera cumplido 43 años. De haber seguido preso, pero no en huelga de hambre, su madre Reyna Luisa le hubiera llevado un sabroso arroz con moros y cristianos, macho asado, yuca con mojo, tostones, casquitos de guayaba con queso blanco y jugo de mango o piña. Y café en un termo, para que se lo tomara calientico.

Su hermana le hubiera regalado un frasco de Coral Negro, su colonia favorita, fabricada por Suchel, la única empresa elaboradora de perfumes y cosméticos en Cuba.

Y como a todos los presos, políticos o comunes, le hubieran llevado una «jaba» con azúcar blanca y prieta, leche en polvo, cuadritos de caldos de carne y de pollo, y sobres de refresco instántaneo, entre otros alimentos no perecederos que permiten tener a los reclusos en las cárceles de la isla. Y, por supuesto, productos de aseo: jabón para bañarse y lavar, pasta y cepillo de dientes, desodorante…

También fotos y cartas de la familia, si en la revisión se las hubieran dejado pasar a Reyna Luisa. Ella hubiera querido haberle llevado un cake (como los cubanos decimos a las tartas), pero en las prisiones no los dejan pasar, tampoco quesos enteros, por temor a que dentro oculten navajas o armas. Hay que llevarlos troceados y así no es lo mismo.

Pero Orlando va a pasar su 43 cumpleaños bajo tierra, en el cementerio de Banes. A lo mejor sin flores frescas sobre su humilde tumba, según reporta José Luis Ramos, de Radio Martí:

«Reyna Luisa Tamayo Danger, madre del fallecido prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, denunció la persecución y acoso que su familia y los activistas de derechos humanos que residen en la zona oriental de la Isla, están recibiendo por parte de las autoridades para que no participen en la conmemoración del nacimiento de Orlando Zapata Tamayo, el sábado 15 de mayo.

«La Dama de Blanco dijo también que recientemente profanaron la tumba de su hijo, fallecido el pasado 23 de febrero, tras una prolongada huelga de hambre. «Cuando llegamos al cementerio, encontramos que le estaban borrando el nombre de Zapata y se llevaron un ramo de flores. Indignada, grité fuertemente para que el pueblo lo oyera: Asesinos, Zapata vive!.

«Reyna Luisa afirmó que muy cerca de su vivienda en Banes, la Seguridad del Estado estableció un puesto de control, para limitar el acceso a su casa de los disidentes cubanos.

«El sábado 15 de mayo, la familia de Zapata Tamayo tenía previsto  un conversatorio sobre su vida, y luego irán al cementerio, a ponerle flores.

«La madre de Zapata responsabilizó al régimen de Raúl Castro por el constante acoso y represión que sufren ella y su familia».

Como para mi tu también vives, con este post quiero de corazón felicitarte, Orlando!

Tania Quintero

Foto: Tainted Friday, Flickr

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