Desde La Habana

Díaz-Canel, poder para el panfleto

Díaz-Canel, poder para el panfleto

El X Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), celebrado este fin de semana en La Habana, tal y como esperaban los cubanos lúcidos, coherentes, informados y realistas que viven en la Isla y el exilio, volvió a dejar bien claro que la élite que tiene secuestrada la nación no permitirá nunca la libertad de prensa. Luchará, además, por no dejar espacio para el periodismo libre y apreciará como un enemigo del pueblo a quienes no aplaudan con frenesí su gestión devastadora mediante la bazofia que seguirá publicando, hora por hora, en cada medio oficial.

Así es que los que de todas formas se habían ilusionado porque Miguel Díaz Canel sólo usa el uniforme para dormir y lleva a su esposa a algunos actos públicos, tienen que regresar urgente al escenario real y palpable, que es el mismo de antes, conformado por el viejo esquema elemental en que el trabajo de la comunicación en el país se rige, según el nuevo Presidente, por una “lógica socialista y martiana, fidelista, solidaria y generosa.”

La reunión de los escribidores estatales y el discurso fundamental de su jefe podrían haberse celebrado perfectamente en cualquier fecha anterior. Ha quedado muy bien establecido que sus puntos de vista sobre la comunicación social y su visión acerca de quienes deben ejercer sus mandatos y controlarla. “Se declara”, dice el hombre, “a la comunicación como recurso estratégico de la dirección del Estado y el Gobierno, y define el carácter público de los servicios de radiodifusión y comunicación y reconoce solo dos tipos de propiedad para los medios de comunicación masiva. La estatal y la social.”

Entre las peticiones hechas con sumo cuidado y respeto por los delegados, estaban presentes en el Congreso unos 267, se encontraban asunto de bajos, salarios y las precarias condiciones de trabajo de ciertos medios. Díaz Canel fue implacable, le pasó por encima a esos temas escabrosos y le dijo de repente que ellos estaban mejor preparados que nadie es mucho más que “la necesidad de un gremio”. Es la necesidad de un pueblo noble y trabajador, aseguró, “cuyas historias humanas, heroicas y conmovedoras están aún por contarse a plenitud. Como está por parecerse más al país que somos, el país que nuestros medios muestran.”

Es cierto que los oficialistas han sido tajantes y han cerrado toda la posibilidad a que la libertad de prensa se deslice en los sitios que controlan, que seguirán bajo su control. Lo que no pueden impedir, no con papeles, ni con la fuerza, es que la libertad de prensa llegue a la Isla por los verdaderos caminos de la libertad. Y en Cuba hay cada día más periodismo independiente en el que los congresos de la UPEC llevan dos líneas en la página de misceláneas.

Raúl Rivero

Blog de la FNCA, 16 de julio de 2018.

Foto: Díaz-Canel durante la clausura del X Congreso de la UPEC, en el Palacio de Convenciones de La Habana el15 de julio de 2018. Tomada de Radio Rebelde.

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