Desde La Habana

Cuba: la herencia se puede retratar

Cuba: la herencia se puede retratar

El régimen cubano organizó una ceremonia en Santiago de Cuba, trasmitida a todo el país por radio y televisión, con cantantes, coros, declamadores, discursos elogiosos y dos mil guatacas que gritaban su nombre para evocar el primer año de la muerte de Fidel Castro.

Pero la verdad es que la foto de Berta Soler, atrapada por el cuello y sometida con violencia por la policía en La Habana para impedirle que asistiera a misa con las Damas de Blanco, se convirtió en el mejor homenaje a la memoria del dictador, el hombre que instaló el sistema represivo que les ha permitido controlar la Isla por más de medio siglo.

El acto en la capital oriental, con la presencia de algunos de los principales jerarcas -José Ramón Machado Ventura y Miguel Díaz Canel, entre otros-, era un mensaje de gratitud por el poder heredado. El episodio del arresto de la señora Soler, y otras decenas de mujeres a lo largo de la república, es la imagen real de los mecanismos de imposición del socialismo y de cómo se ha perseguido siempre la rebeldía de la sociedad cubana. Con el añadido amargo de fusilamientos y miles de condenas a la cárcel.

Los pícaros de la propaganda oficial han desplegado una campaña de beatificación de Castro que incluye cátedras universitarias, libros de memorias, la reedición de sus arengas kilométricas y todas las aristas de la quincallería política, para impedir que su figura caiga en lo que, por su desempeño en Cuba, es su destino natural: el olvido, la indiferencia o el desprecio.

La realidad es que su presencia en el dominio intelectual no le interesa a nadie que no sea parte de la parentela y de los cómplices apoltronados en el mando por tres generaciones, desde los abuelos a los nietos.

Castro tiene otras vías directas para llegar a los grandes sectores de la población y todas son caminos negativos. Pasan por la ausencia de la libertad, la escasez, la miseria, las familias separadas, los presos políticos, la ruina de la economía, la invasión a la privacidad, la muerte del porvenir y la desesperación, sobre todo de los jóvenes, por salir a vivir y trabajar en otras geografías.

La represión que sufren las Damas de Blanco y todos los opositores pacíficos de Cuba es un primer plano permanente de la fuerza de los tanques y las pistolas frente a la aspiración popular a una nación democrática y libre.

La fotografía de Berta Soler acorralada y agredida en una calle habanera es un retrato de la herencia de Fidel Castro para los cubanos de a pie.

Raúl Rivero
Blog de la Fundación Nacional Cubano-Americana
4 de diciembre de 2017.

Foto: Berta Soler agredida en La Habana el 4 de diciembre de 2017.
Tomada del blog de la Fundación Nacional Cubano-Americana.

Salir de la versión móvil