Desde La Habana

Cuba, escenarios y palabras vacías

Enfrentados a una realidad que reproduce el esquema del llamado Período Especial de los años noventa, con el añadido de la terrible pandemia del coronavirus, los cubanos buscan en su memoria y en la experiencia de sus corazones, los recursos para salir adelante y sobrevivir a las miserias del socialismo.

Enfrentados a una realidad que reproduce el esquema del llamado Período Especial de los años noventa, con el añadido de la terrible pandemia del coronavirus, los cubanos buscan en su memoria y en la experiencia de sus corazones, los recursos para salir adelante y sobrevivir a las miserias del socialismo.

Enfrentados a una realidad que reproduce el esquema del llamado Período Especial de los años noventa, con el añadido de la terrible pandemia del coronavirus, los cubanos buscan en su memoria y en la experiencia de sus corazones, los recursos para salir adelante y sobrevivir a las miserias del socialismo.

Así es que ahora se ven obligados a volver al fragor del coraje y la fuerza para soportar el hambre y la escasez. Y, como de paso, reasumir las medidas surrealistas que les impone la ineficacia gubernamental por verse necesitados a preparar otra vez, por ejemplo, sus bañaderas para criar cerdos porque si antes del coronavirus “estaba perdido el puerco, ahora cuando lo encuentras en el mercado negro es a precios que alcanzan los cien pesos por una sola libra de lomo ahumado”, dice una mujer habanera.

Los medios locales de prensa enfocan sus trabajos en supuestas crisis de hambre y problemas de desabastecimiento que se viven hoy en España y Estados Unidos y publican escenas y fotos de almacenes vacíos, pero no mencionan que los cárnicos en la Isla se reducen a picadillo, salchichas y pollo, racionados para los cubanos de a pie que se ponen en peligro de contagio en las moloteras porque llegan a enzarzarse en broncas monumentales.

Una reseña difundida por la televisión cubana sobre la eventual falta de alimentos en Estado Unidos y España es calificada por un lector como estiércol de periodismo, oficialista y mentiroso.

«¿A quién engaña? ¿qué clase de discurso es ése? Mal elaborado, estúpido, lleno de incongruencias… Da risa, asco y tristeza. Miren las colas, miren el hambre que se pasa en Cuba y dejen el mundo para después porque los altos dirigentes comen langosta y se llenan la panza», asegura el cubano Ray Sánchez.

La manipulación política es un ejercicio intelectual que exige la presencia del talento y una buena cuota de habilidades malignas para que el mensaje negativo le llegue a los incautos o a los desprevenidos.

Los autores y los promotores de estas maniobras para engañar a la gente en Cuba se han quedado nada más que con la maldad de sus recursos, la falta de agudeza y el golpetazo de la mentira que es siempre quien descubre las trampas de los se han quedado sin ideas y ya tampoco saben usar las palabras.

Raúl Rivero

Blog de la Fundación Nacional Cubano-Americana.

Foto: Bodega cubana. Tomada de WHTC News.

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