Desde La Habana

Celulares en Cuba, en la cresta de la ola

Anabel, 23 años, desempleada, tiene el techo de su casa repleto de agujeros, por donde penetra el agua los días de intensas lluvias, come caliente una vez al día y el futuro es una mala palabra.

Le faltan muchas cosas. Pero tiene un flamante móvil. La telefonía celular está de moda en la isla. Sobre todo entre los jóvenes. Tome nota. En fecha reciente el país superó el millón de líneas en activo.

Incluso en Cuba ya existen más celulares que teléfonos fijos. El diario oficial Juventud Rebelde anunciaba la noticia. Según Máximo La Fuente, vicepresidente de servicios móviles, actualmente existen un millón 7 mil usuarios de celulares.

Mientras que los clientes que disponen de teléfonos fijos alcanzan el millón 4 mil. No obstante, el directivo apuntó que el 67 % del tráfico de llamadas pertenecen a la telefonía fija.

Claro, es mucho mas barato charlar en una línea fija. Como promedio, las personas que tienen teléfonos fijos en sus hogares pagan entre 30 y 50 pesos (no supera los 2.50 dólares) al mes.

Un celular es un lujo en Cuba. Es cierto que se han abaratado los costos. Antes del 2008, poseer un teléfono móvil lindaba con la ilegalidad, y las personas que lo tenían era gracias a un pariente en el exilio o un amigo extranjero.

Entonces los cubanos no tenían derecho a ser propietarios de una línea de teléfono móvil. Cuando se permitió, en marzo del 2008, los precios eran exorbitantes. Una línea de móvil costaba 120 pesos convertibles (140 dólares).

El minuto valía 0.60 centavos de pesos convertible. A pesar de ello, las filas en las oficinas comerciales de ETECSA, la única empresa de telecomunicaciones existente en Cuba, eran gigantescas.

Ahora mismo los costos han bajado un 70%. Las líneas de móviles cuestan 40 pesos convertibles (50 dólares) y existen numerosas ofertas por 20 pesos convertibles.

El minuto de llamada anda por 0.45 centavos y después de las 11 de la noche su precio baja a 0.10 centavos. Aún se cobra el recibo de llamada y los servicios que ofrece la telefonía móvil dista mucho en calidad y variedad de sus similares en países del Tercer Mundo.

Tener un Iphone o un Black Berry es más ostentación que otra cosa: la mitad de los servicios que pregonan sus fabricantes no funcionan en la isla. Todavía los usuarios de celulares no pueden conectarse a internet o GPS. Tampoco recibir noticias de Google.

Directivos de ETECSA no han dejado entrever que esto pudiese suceder en un futuro cercano. Lo que se anuncia para el segundo trimestre de 2010, es la venta de tarjetas prepagadas de 5 pesos convertibles y la disminución paulatina de los costos de las llamadas, de acuerdo a las disponibilidades tecnológicas.

Dos años después de que el gobierno de Castro II autorizara que cualquier cubano pudiera tener un móvil si así lo desease, el celular sigue en la cresta de la ola.

Lo menos que se utiliza es para hacer llamadas. La gente joven lo usa como Mp3 y para enviar videos y fotos mediante bluetooth. Los más sedientos de información, utilizan un servicio clandestino con base en Madrid que gratuitamente envía noticias deportivas, políticas y del mundo de la farándula.

Los opositores, periodistas independientes y blogueros sí que le sacan lasca al teléfono móvil. La mayoría de las noticias, como la de la excarcelación de los 52 presos políticos o un suceso trascendental se propaga por SMS a velocidades inauditas.

Y no son pocos que desde su móvil acceden a redes sociales como Twitter o Facebook. Aunque la mayoría en la isla, como Anabel, usa el móvil más como una prenda que como una necesidad.

Siempre lleva su moderno teléfono ceñido a su ajustada saya y los audífonos puestos, escuchando hip-hop. De vez en cuando pasa mensajes. El costo de las llamadas sigue siendo prohibitivo para ella. Y aunque la casa esté en ruina, haya poca comida y el dinero falte, jóvenes como Anabel sienten que el móvil es un novedoso juguete.

Iván García

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