Desde La Habana

Amy Winehouse y mi sobrina Yania

Cuando por la BBC escuché que Amy Winehouse había  sido encontrada muerta en su casa de Londres, en la primera persona en quien pensé fue en mi sobrina Yania. Les cuento.

Es que en el coro de su secundaria, en el curso 2006-07, el maestro de música no sólo seleccionó a Yania para ser solista, si no que le propuso una canción muy escuchada en ese momento: Rehab, compuesta y cantada por Amy Winehouse.

El maestro valoró que por su voz profunda, Yania podía hacer una buena versión de Rehab. Y la hizo. Me contó su abuela -mi madre- que ya sólo de escucharla en los ensayos, por la escuela se corrió que había una alumna (entonces tenía 13 años), «que cantaba como Amy Winehouse». Al margen de las exageraciones propias de adolescentes, decenas de veces tuvo que interpretar Rehab, a petición de compañeros, profesores y conocidos.

Las primeras sorprendidas cuando asistieron al concierto escolar  fueron su madre -mi hermana- y su abuela. Salió ya casi al final y no más ser anunciada, comenzaron a aplaudir. Y cuando terminó, patadas en el piso, silbidos y gritos de ‘Black Power’: mi sobrina Yania no solamente es una negra linda, si no que fue una niña muy buena y ahora es una muchacha con la cabeza bien amueblada. Algo de lo que toda su familia, sus amigos y los vecinos de La Víbora, el barrió donde vivió en La Habana, estamos orgullosos.

A esa efervescencia por el ‘Black Power’ en Lucerna, de algún modo influyó el hecho de que a miles de kilómetros de distancia de Suiza, en Estados Unidos, por primera vez un afroestadounidense tenía posibilidades de ganar unas elecciones presidenciales, que finalmente ganó.

No he tenido oportunidad de escuchar completa la versión que hace Yania de Rehab, sólo una estrofa, que me cantó por teléfono. Es una lástima que mi madre ni mi hermana tuvieran una cámara digital para haberla retratado ese día. O mejor, de video, para haberla grabado. Aunque en la galería de fotos de la que fue su escuela secundaria todavía se pueden ver, según me ha dicho Tania. Si es posible, le voy a pedir que ponga el link (es de uno de los ensayos, Yania es la del pulóver morado y blanco).

En el coro con los alumnos de octavo grado volvió a ser solista, pero no quiso encasillarse con la Winehouse y con el visto bueno del maestro de música interpretó Hometown Glory, de Adele, cantante y compositora británica que entonces no era tan famosa como es ahora. En noveno grado, el tercer y último año de secundaria, cantó Sunny, que tuvo su mayor popularidad en los años en que su madre y yo nacimos en un hospital habanero.

Al margen de que un día pueda hacerse un hueco en el difícil y competitivo mundo de la música, mi sobrina Yania tiene los pies puestos en la tierra y hoy se esfuerza por terminar el bachillerato y hacer estudios superiores en Suiza, su segunda patria.

Iván García

Foto: Jutta Vogel. De la entrevista realizada por la periodista  Dominique Schärer y publicada en septiembre de 2004 en la revista Amnestie con el título «Ich habe eine grosse innere Freiheit» (Tengo una gran libertad interior). Fue hecha en un  parque infantil cercano a su domicilio en Lucerna. Yania aparece entre su madre, Tamila García, y su abuela, Tania Quintero.

Nota.- Cuando Iván envió esta crónica, no sabía que Yania le había dedicado un post a Amy Winehouse, en mi blog. El 3 de junio de 2009, día que cumplió 15 años, Iván escribió Los 15 de Yania. Salió ese día en el blog Desde La Habana, pero todos los trabajos publicados en 2009 ‘misteriosamente’ desaparecieron. Se reproducirá en su nuevo blog. Mientras, les copio el principio: «Mi sobrina es una negra casi tan alta como Michelle Obama y con una voz parecida a la de Amy Winehouse. Se llama Yania Betancourt García y este 3 de junio cumple 15 años. Desde 2003 vive en la apacible ciudad de Lucerna, Suiza, junto a su madre y su abuela. Cursa el octavo grado en una secundaria A, donde estudian los alumnos con mejores notas. En sus ratos libres, canta junto a un grupo de adolescentes, con su voz profunda y timbres inconfundibles de sus ancestros africanos. El grupo musical, su aula y sus amigos, son como una pequeña ONU: tamiles, serbios, croatas, filipinos, suizos… y ella, una cubana nacida en 1994, en pleno período especial, en la barriada de La Víbora, Ciudad de La Habana» (TQ).

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